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Diferencias entre Eficiencia, Eficacia y Efectividad

| tiempo de lectura 3:16'
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Con la aparición de lo que Peter Drucker llamó trabajo del conocimiento, conceptos que hasta ese momento estaban bastante claros en cuanto a su significado —como por ejemplo eficiencia, eficacia y efectividad—, han dejado de estarlo.

A pesar de ello, el lenguaje cotidiano aún no se ha hecho eco de estos cambios.

Por ejemplo, en el castellano actual apenas existe diferencia entre las definiciones oficiales de los conceptos centrales relacionados con este nuevo tipo de trabajo. Así, según la RAE:

  • Eficiencia es la «capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado».
  • Eficacia es la «capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera».
  • Efectividad es sinónimo de eficacia.

Redefiniendo conceptos en el trabajo del conocimiento

Como ves, eficiencia. eficacia y efectividad vienen a significar prácticamente lo mismo. Sin embargo, el propio Drucker establece a lo largo de su obra una serie de diferencias fundamentales entre estas tres palabras, lo cual nos permite una claridad conceptual mucho mayor:

  • Eficiencia es «hacer bien las cosas», es decir, hacer la cosas buscando la mejor relación posible entre los recursos empleados y los resultados obtenidos. La eficiencia tiene que ver con «cómo» se hacen las cosas.
  • Eficacia es «hacer las cosas correctas», es decir, hacer las cosas que mejor conducen a la consecución de los resultados. La eficacia tiene que ver con «qué» cosas se hacen.
  • Efectividad es «hacer bien las cosas correctas», es decir, hacer las cosas de forma eficiente y eficaz. La efectividad tiene que ver con «qué» cosas se hacen y con «cómo» se hacen esas cosas.

En el trabajo manual característico de la era industrial, la clave fue la mejora de la productividad, es decir, la mejora de la eficiencia. Los avances que han tenido lugar en materia de productividad en las últimas décadas son los que han permitido alcanzar, en poco más de medio siglo, los niveles actuales de desarrollo económico y social.

Sin embargo, en el trabajo del conocimiento, la clave es la mejora de la efectividad y sobre este tema, como decía Drucker, seguimos «en pañales». Tal vez sea, al menos en parte, porque seguimos careciendo de las palabras necesarias para describir con rigor la nueva realidad y así poder actuar sobre ella de forma adecuada…

Nuevos términos para una nueva realidad

La clave para el desarrollo del trabajo del conocimiento es la efectividad porque tanto la eficiencia como la eficacia se centran únicamente en aspectos parciales de esta nueva forma de trabajo.

Por ejemplo, la eficiencia se centra únicamente en hacer algo lo mejor posible en cuanto al uso de recursos. Dicho de otra forma, busca perfeccionar el «cómo» hacemos las cosas pero sin cuestionarse «qué» cosas estamos haciendo. Esto puede llevarnos a situaciones contradictorias, cuando no completamente absurdas. En palabras de Drucker, «no hay nada más inútil que hacer de forma muy eficiente aquello que no debería hacerse en absoluto».

Por el contrario, la eficacia se centra únicamente en lograr el resultado, al margen de los recursos que se consuman para ello. Dicho de otro modo, busca encontrar el mejor «qué» para lograr el resultado deseado, pero sin preocuparse por «cómo» vamos a llevar a cabo ese «qué» y su impacto en los recursos. Esto puede llevarnos a un derroche extremo que convierta la consecución del resultado en algo difícilmente justificable.

Por eso, la efectividad que plantea Drucker persigue encontrar un término medio con sentido, un punto de equilibrio ideal entre eficiencia y eficacia.

Conclusiones

La búsqueda de la efectividad impide que un exceso de foco en la eficiencia haga que no se llegue a alcanzar el resultado deseado o que no se alcance a tiempo. También impide que un exceso de foco en la eficacia pueda dar al traste con la rentabilidad del resultado, haciendo que no compense. Cuando trabajamos de forma efectiva, mantenemos el foco en el punto óptimo entre lo más eficiente y lo más eficaz.

Por otra parte, y como hemos visto, el concepto tradicional de productividad es insuficiente para reflejar la complejidad de esta nueva realidad. Esto, unido al hecho de que el trabajador del conocimiento tiene una incidencia radicalmente distinta a la del trabajador manual en la consecución de resultados, hará que diversos autores posteriores a Drucker, como por ejemplo Covey o Allen, desarrollen e introduzcan nuevos conceptos para referirse a las nuevas competencias que este nuevo tipo de trabajador y este nuevo tipo de trabajo requieren.

En resumen, eficacia, eficiencia y efectividad son términos distintos —aunque estrechamente relacionados— que es necesario comprender y diferenciar bien para adaptarnos a la nueva realidad.

Porque, en el trabajo del conocimiento, un trabajador que solo es «muy eficiente» es solo «un buen trabajador a medias». Pero todo esto lo veremos en un próximo post.

Comentarios

David Sánchez avatar
David Sánchez


La obra de Peter Drucker es de imprescindible lectura, sin duda. Y cuanto más lo leo, más consciente soy de muchos aspectos de nuestra realidad y de cómo debemos enfocar la mejora de la efectividad. Porque, sinceramente, el concepto de productividad ya no tiene encaje en nuestro trabajo, para los trabajadores y profesionales del conocimiento. Continuar anclado en el concepto de "productividad" es pensar que hay que hacer más cosas o que hay que hacer "todo". Es decir, se pone foco en lo cuantitativo únicamente y eso es un error.

Efectividad. Término que había oído otras veces, entre ellas a Drucker, pero del cual, y desde que empezaste hablar más asiduamente de él, he ido incorporando a mi realidad... con notable aportación de valor. ¡Thanks! ;-)

Otro término que me llamó la atención de Drucker fue el concepto de "posteriorizar", el cual tiene relación la eficacia. Este término indica la necesidad de dejar para después, para otro momento, algunas de las cosas que tenemos que hacer. Va en línea con eso que comentas de hacer las cosas correctas (eficacia), ya que hacer las cosas correctas implica, si o si, dejar de hacer otras cosas.

Buen post JM, con las ideas tan claras como siempre ;-)
Un abrazo

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Muchas gracias, David. Personalmente creo que Drucker fue en gran medida un adelantado a su tiempo, al menos con relación al estado evolutivo del pensamiento y la cultura de gestión de determinados países, como por ejemplo el nuestro. Su legado encierra auténticas perlas de plena vigencia y, por lo que a mí respecta, voy a hacer lo posible porque se aprovechen. Hoy precisamente hablaba con uno de nuestros clientes que hace tiempo superó lo de la «gestión del tiempo» y le sorprendía que le siguiera considerando un «early adopter». Pero es así, muchas organizaciones - la gran mayoría - aún no son plenamente conscientes del cambio de paradigma que ha tenido lugar y por tanto todavía no han reaccionado ni evolucionado sus formas de hacer y de pensar hasta adecuarlas a esta nueva realidad.
Un abrazo

Juanjo Brizuela avatar
Juanjo Brizuela


Es simplemente un juego de palabras… he oído alguna vez. Pero la diferencia lingüística es una cosa y la semántica otra. Y vaya si la tiene.
Me quedo con esa idea de lo óptimo… pero, Josemi, se me queda corto… ¿es así? ¿o tiene que ser mucho más?
Efectividad es clave, igual que eficiencia… pero no debemos ser un poco más ambiciosos para que sea más-mejor??
Me quedo con la duda

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¿Qué es más-mejor que lo óptimo? Lo óptimo es, por definición, inmejorable. Si algo que hacemos de forma efectiva lo hacemos más eficientemente, será en detrimento de su eficacia. Del mismo modo, si lo hacemos más eficazmente, se resentirá la eficiencia. En ambos casos estamos peor que estábamos al principio. Lo óptimo puede ser distinto de lo ideal o de lo deseado, pero es sin duda lo más-mejor que podemos conseguir. Ser eficientes o eficaces es sencillo porque solo tienes que preocuparte de ello. Ser efectivo es un reto porque no solo hay que considerar ambos elementos, sino la forma en que se interrelacionan.
El trabajo del conocimiento se ha añdido al trabajo manual, convirtiendo el trabajo en sí en algo más complejo de lo que era. Por eso es necesario desarrollar una nueva competencia, la efectividad. Es la clave para hacer frente con garantía de éxito a esta nueva realidad.
Seguiremos avanzando en el tema... ;-)
Abrazo

Iban Arantzabal avatar
Iban Arantzabal


Muy interesante. Esperando el siguiente post. :-)
Gracias.

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Si te ha gustado este post, creo que el segundo de la saga te gustará por lo menos igual, y probablemente más ;-)

Migle Maya avatar
Migle Maya


Sencillamente brillante, los comentarios y descripciones que hace Peter Drucker para definir conceptos que suelen ser bastante controversiales por el echo de que se les emplea como sinónimos, lo que dificulta muchísimas veces la comunicación y la operación en las organizaciones, coincido contigo, Drucker fue un adelantado a su época, ya que hasta ahora seguimos aprendiendo de sus análisis y comentarios.

Gracias por tu esfuerzo José Miguel
Un fuerte abrazo

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Muchas gracias, Migle. Como bien dices, Drucker fue un adelantado a su época y aún hoy sigue siendo un gran desconocido. Me llama profundamente la atención que en las escuelas de negocios siga sin estudiarse a fondo a este genio de la gestión moderna. Imagino que como lo que dice es básicamente sentido común y es muy poco discutible, resulta poco «fashion». Drucker hizo un análisis clarividente de los cambios que conlleva el trabajo del conocimiento y los retos que plantea. Como él decía hace unos años, «seguimos en pañales» y la mala noticia es que apenas se ha avanzado desde entonces. De todos modos, y por aportar una nota positiva, estoy convencido de que es simplemente cuestión de tiempo. Y no es por optimismo, es porque no hay alternativa. O aprendemos a trabajar bien con el conocimiento o lo llevamos claro...
Un fuerte abrazo

Harold Villanueva avatar
Harold Villanueva


Estoy totalmente complacido con el post, muy interesante, lo mismo que el debate. Hasta el momento no había leido algo con tanta claridad respecto a los conceptos, la diferencia y la interelación entre los tres términos, aspectos relacionados al trabajo. Muchas gracias y saludos José Miguel Bolivar.

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Muchas gracias, Harold.
Un saludo!

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