Óptima Infinito

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El café para todos en efectividad personal

| tiempo de lectura 4:22'
Tazas de café como ejemplo de el café para todos en efectividad personal

En este post me gustaría compartir contigo algunas reflexiones sobre lo que yo llamo el café para todos en efectividad personal.

Llevo década y media compartiendo aquí lo que voy aprendiendo sobre efectividad personal y un tiempo parecido dedicándome profesionalmente a ayudar a mejorarla.

Y, a pesar de ello, este hallazgo, descubrimiento o, si lo prefieres, insight, ha tenido lugar hace tan solo unos meses.

No sé qué me ha sorprendido más, si la conclusión a la que he llegado o lo mucho que he tardado en llegar a ella.

En cualquier caso, por fin he podido entender el motivo común por el que fallan las metodologías de efectividad personal.

Y, a su vez, me he dado cuenta de que es un motivo tan obvio y evidente que lo más fácil y natural es pasarlo completamente por alto.

Desafortunadamente, estamos ante un problema que va más allá de las metodologías de efectividad personal y que afecta a la totalidad del modelo formativo en el que actualmente operan la mayoría de las organizaciones.

Un modelo hasta cierto punto lógico, aunque no por ello menos equivocado y, sobre todo, no menos ineficiente.

El modelo de aprendizaje sigue estancado

Hace doce años escribía sobre la necesidad de superar el modelo de formación tradicional por estar caduco.

Hoy, a pesar del tiempo transcurrido, la mayoría de las organizaciones —y de las personas— siguen operando bajo ese mismo modelo obsoleto.

La confusión entre información y conocimiento —dos conceptos sustancialmente distintos— da lugar a la creencia errónea de que el conocimiento es transferible (ya que la información sí lo es).

Y es esta creencia errónea la que propicia el «mito de la caja vacía» por el que se acepta que alguien que «posee» cierto conocimiento lo puede transferir a alguien que carece de él.

Obviamente, esto es falso. Tener información sobre montar en bicicleta y tener conocimiento sobre montar en bicicleta —es decir, saber montar en bicicleta—, son cosas muy distintas.

El aprendizaje ocurre cuando la información se transforma en acción.

Y, como todo el mundo sabe, toda acción conlleva un esfuerzo. Tomar conciencia de este «detalle» lo cambia todo, porque cambia el centro de atención.

En este nuevo y actualizado paradigma, el foco deja de estar en la persona formadora que supuestamente «transfiere» su conocimiento a las «cajas vacías» que tiene delante.

Ahora, el foco está en todas y cada una de las personas que aprenden, cada una de las cuales necesitará realizar su propio y particular esfuerzo de aprendizaje para convertir la información en conocimiento.

El egocentrismo metodológico como patrón común

Todas las metodologías de efectividad personal que conozco comparten un mismo patrón común: el egocentrismo de su autor o autora.

Por egocentrismo metodológico me refiero a la existencia de dos creencias igualmente nocivas.

La primera de ellas es «si a mí me es útil y me funciona, al resto del mundo también».

La segunda, «si yo soy capaz de aplicar estas prácticas, el resto del mundo también».

En casi todos los casos, la primera creencia peca de exceso de optimismo, ya que la utilidad de las prácticas que se plantean es circunstancial.

Quiero decir con esto que, lejos de ser prácticas de validez universal, solo son útiles en circunstancias más o menos concretas y específicas.

Esto significa que seguramente resulten útiles a las personas cuyas circunstancias sean similares a las de quien desarrolló la metodología, pero no al resto.

Al margen de lo anterior, hay metodologías —por ejemplo,  GTD— que sí proponen prácticas de utilidad universal, ampliamente validadas por las neurociencias y, por tanto, aplicables a todo el mundo.

Si esto es así, y lo es, ¿por qué entonces sigue habiendo tantas personas que fracasan en el intento de aplicarlas?

Aprender es cambiar

Aquí es donde entra en juego la segunda creencia del egocentrismo metodológico: «si yo soy capaz de aplicar estas prácticas, el resto del mundo también».

Esta creencia pasa por alto un detalle crucial: que el aprendizaje es un proceso de cambio. Aprender es cambiar.

Un cambio que rara vez ocurre de manera instantánea y que la mayoría de las veces es progresivo, es decir, asociado a un recorrido.

La clave está en entender que cada persona se enfrenta a su propio recorrido de aprendizaje.

Primero, porque cada persona está inicialmente en un punto distinto y, por tanto, a una distancia distinta del objetivo último del aprendizaje.

Y segundo, porque cada persona tiene unas características particulares que, combinadas, dan lugar a una determinada capacidad de aprendizaje.

Me refiero, por ejemplo, el estilo de aprendizaje, el nivel de compromiso, la necesidad, la motivación y la mayor o menor perseverancia.

Por tanto, la posibilidad real de aprender está fuertemente condicionada por dos factores: la distancia al punto de destino y la capacidad de aprendizaje.

El reto lo tiene quién aprende

Si aceptamos que cada persona se acerca al reto de aprender desde una situación distinta, el café para todos —en efectividad personal o en cualquier otra materia— queda automáticamente en evidencia.

Como es obvio, habrá personas que se encuentren más distantes del objetivo de aprendizaje —algo inevitable cuando este es el mismo para todo el mundo— y que, por consiguiente, lo tendrán mucho más difícil.

Lo mismo ocurrirá con las personas cuya capacidad de aprendizaje sea comparativamente menor.

Únicamente las personas que partan de una situación suficientemente próxima al objetivo final, o que tengan la capacidad de aprendizaje suficiente para completar el recorrido, lograrán tener éxito en su empeño.

En definitiva, el reto de aprender lo tiene quien aprende, ya que cada persona aborda el aprendizaje desde su propia realidad, que es única.

Cualquier metodología que pase por alto este hecho fundamental está abonando el camino hacia la frustración y el rechazo, a la par que reduciendo considerablemente sus probabilidades de éxito.

Personalmente, esta conclusión me ha llevado a replantearme profundamente el enfoque original desde el que abordé OPTIMA3® en su día, lo cual implica descartar todo lo existente hasta ahora y empezar nuevamente desde cero.

La magnitud del reto es considerable y hasta es posible que sea una misión imposible. En cualquier caso, tengo claro que OPTIMA3 será cualquier cosa menos café para todos, o no será.

Comentarios

Ángel Martínez avatar
Ángel Martínez


No sé si he entendido bien el artículo o quizás usemos diferentes términos para las palabras clave pero no puedo estar de acuerdo.
En primer lugar pienso que el conocimiento sí que se transfiere y es lo que ha tratado de hacer la Ciencia desde que existe. Lo que no terminamos de tener claro es qué es información y qué conocimiento.
En segundo lugar difiero en el uso de la palabra aprender o aprendizaje. Aprender no es comprender, el aprendizaje es captar el conocimiento (aprehender). En esta fase está el foco, el interés, la atención y la concentración (Sistema 2).
Comprender es poder utilizar el conocimiento (ponerlo en acción) e incluso crear nuevo conocimiento a partir de este. Aquí sí que veo el cambio que se produce en la persona y esa experiencia única a la que haces referencia.
La capacidad para comprender sí es la distancia entre el objetivo y la proximidad a la que nos encontremos.
En fin estoy de acuerdo en que el café para todos en efectividad (y en cualquier formación) no es el camino y por eso me gusta (en gran parte) GTD, porque tiene muchos principios universales, que una vez bien comprendidos, son realmente útiles en el día a día.
Muchas gracias por compartir tus reflexiones José Miguel.

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José Miguel Bolívar


Como dice Javier Martínez Aldanondo, «La información es un insumo importante para el conocimiento. Peter Senge se refiere al conocimiento como “la capacidad para actuar de manera efectiva” y una base de datos carece de esa capacidad. En un primer momento, cada vez que lees o escuchas opiniones o experiencias de terceros accedes a información. Se trata de algo externo, de cosas que han dicho, hecho o pensado otros. Existe un segundo momento que es cuando conviertes esa información en conocimiento, en algo tuyo y eso ocurre cuando la aplicas, la pones en práctica y la incorporas (pasa a formar parte de tu cuerpo). Una receta es información que conviertes en conocimiento cuando elaboras un plato. A partir de ese momento, el conocimiento es tuyo». [Post completo → https://www.linkedin.com/pulse/el-conocimiento-es-acci%C3%B3n-javier-mart%C3%ADnez-aldanondo/].
Por otra parte, GTD incluye, efectivamente, muchos principios universales, pero los plantea de forma binaria (o los adoptas o no) en lugar de progresiva. Como es cierto que puedes incorporar unos sí y otros no, sí sería una especie de «café variado para todos»: café solo, con leche, descafeinado, etc. Sin embargo, al seguir siendo en esencia café para todos, son muchas más las personas que fracasan en su implantación que las que lo consiguen. La causa principal es que perciben que las buenas prácticas son «todo o nada», cuando en la mayoría de ellas, por no decir en todas, la realidad es otra.
Muchas gracias por participar en la conversación, Ángel.

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Ángel Martínez


Me queda claro que hablamos con distintos términos.
"La información es un insumo importante para el conocimiento". Más bien el conocimiento es un insumo para el conocimiento, ya que no se puede crear conocimiento si la información es falsa.
"Una receta es información que conviertes en conocimiento cuando elaboras un plato. A partir de ese momento, el conocimiento es tuyo". En una receta se transfiere conocimiento (en su modo de elaboración) sin el modo de elaboración no habría receta.
Gracias por contestar José Miguel, es un placer poder comentar contigo. Un saludo. ;)

Fausto avatar
Fausto


Gracias por elarticulo Jose Miguel
Estoy totalmente de acuerdo contigo, es un camino tan personal que solo podemos ayudarle dandole informacion e inspirandole a recorrerlo y a cambiar su mentalidad y pensamiento.
Tengo un programa basado enla productividad para la vida que combino varias herramietnas, como mentoria, coaching, training, retos, etc para que pueda ver el cambio como algo natural y asi pueda conseguir sus resultados de la forma mas eficiente posible.
saludos

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José Miguel Bolívar


Muchas gracias, Fausto.
Creo que tu enfoque es el idóneo para garantizar resultados. Si aceptamos que cada persona tiene unas necesidades específicas y parte de una situación inicial también específica, el café para todos claramente no es la mejor solución.
Saludos.

Marcos A. Martínez avatar
Marcos A. Martínez


"[...] el reto de aprender lo tiene quien aprende, ya que cada persona aborda el aprendizaje desde su propia realidad, que es única."

Inspirador.

Tenemos que motivar al que aprende a retarse a si mismo para alcanzar sus metas.

Gracias José Miguel

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José Miguel Bolívar


Hola, Marcos. Mira, yo ahí coincido solo parcialmente contigo. Sí, entiendo que parte del rol de la persona que facilita es motivar, pero también creo que la motivación base hay que traerla puesta de casa. En otras palabras, creo más en reforzar o potenciar una motivación ya existente que en crearla. Al fin y al cabo, se supone que, además del reto, la responsabilidad de aprender también es de quien aprende, ¿no?
Un abrazo.

Sandra avatar
Sandra


Habláis de aprender pero no mencionáis el crear escuela, aportar conocimiento nuevo, estructurando el que ya está para detectar las partes no exploradas y adentrarse en ellas.
Esa es la parte más activa del conocimiento y la que ha permitido la evolución humana, el encontrar una forma nueva de hacer las cosas es la prueba más clara de la inteligencia, que no es sólo memorizar o repetir sino innovar.
Aunque un estudiante primero empieza de forma pasiva y luego es activo al enseñar a otros lo aprendido, el interés por lo que aún queda por explorar es algo que hay que posicionar desde el principio.
El buen maestro después de tener la visión del conjunto busca más información y mejor estructurada para adaptarla a su entorno y fomentar la crítica y es este pensamiento crítico lo que permite la mejora de los sistemas.

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José Miguel Bolívar


Hola, Sandra. Muchas gracias por comentar.
Un saludo.

sol gómez avatar
sol gómez


Me gustó su artículo, el reto del aprendizaje, está relacionado también con cuanto quiero cambiar al aplicar lo que aprendo, sin objetivos claros no aprehendo, no hago mio el conocimiento, me quedo solo con la información, muchas gracias por su reflexión

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José Miguel Bolívar


Muchas gracias, Sol. ¿Cuánto quiero cambiar? Una gran pregunta que ayuda enormemente a dar sentido al esfuerzo que todo aprendizaje supone.
Un saludo.

Juanjo Brizuela avatar
Juanjo Brizuela


Me parece interesantísimo y super honesto todo esto que dices.
Me siento reflejado, sobre todo por querer aprender y saber que tengo que ir poco a poco.
Gracias y suerte con todo este replanteamiento José
Abrazotes

José Miguel Bolívar avatar
José Miguel Bolívar


Muchas gracias, Juanjo.
Tengo la sensación de haber llegado a un punto de inflexión en mi camino para dominar GTD, a una especie de momento ¡ajá!, en el que de repente todas las piezas del puzzle encajan y todo cobra sentido.
Tengo por delante algunos proyectos muy ilusionantes. Ya te contaré.
Un abrazote.

Juanjo Brizuela avatar
Juanjo Brizuela


… genial…
todavía me queda por avanzar mucho en esto de GTD; voy despacio pero lo importante es que voy…
Abrazotes

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