Óptima Infinito

El Blog de José Miguel Bolívar

Optima infinito

Las tres dimensiones de la efectividad personal

| tiempo de lectura 4:03'
Triángulo infinito como ejemplo de las tres dimensiones de la efectividad personal

Casi todas las personas asocian efectividad personal con «hacer». Muchas saben también que «pensar» es otra de sus dimensiones. Lo que casi nadie sabe es que hay una tercera: «sentir». En este post voy a hablarte de las tres dimensiones de la efectividad personal.

La efectividad personal es una competencia transversal clave para lograr resultados en la era del conocimiento.

Aunque generalmente se cree que va de «hacer muchas cosas», la realidad es bien distinta, ya que tiene que ver —sobre todo— con redefinir la forma en la que te relacionas con tu mundo, con tu día a día.

Evidentemente, la forma de expresar tu efectividad personal es haciendo cosas. Ahora bien, esas cosas que haces son resultado de un proceso previo en el que es imprescindible pensar e inevitable sentir.

Si te fijas, he utilizado «imprescindible» al hablar de pensar. Lo he hecho porque pensar —si quieres hacerlo de manera efectiva— no es innato, es decir, tienes que aprender a pensar.

Por el contrario, he utilizado «inevitable» al hablar de sentir. Porque aquí ocurre justo lo contrario. Tus emociones son parte de ti. No tienes opción de eliminarlas ni de controlarlas. Si acaso, con mucho trabajo por tu parte, podrás aprender a entenderlas, aceptarlas y modularlas.

Hacia la efectividad 3D

DISCLAIMER: Esta parte del artículo corresponde a una versión preliminar de OPTIMA3® —completamente distinta de la versión final de 2023— y ha quedado, por tanto, totalmente obsoleto.

En la parte proactiva de mi metodología OPTIMA3®, planteo la necesidad de trabajar en estas tres dimensiones (de ahí el «3»), integrándolas en un equilibrio o tensión, si realmente quieres llevar tu efectividad personal a otro nivel.

Esta situación de equilibrio o tensión no es estática, sino dinámica. Lo queramos o no, las tres dimensiones varían y se influyen mutuamente de manera constante.

En otras palabras, lo que haces, lo que piensas y lo que sientes está estrechamente interrelacionado, ya que son tres aspectos inseparables e interdependientes de tu persona.

Desde la perspectiva de la efectividad personal, el problema es que la relación entre estas tres dimensiones es de naturaleza asimétrica, lo que hace que alcanzar esa situación deseable de equilibrio o tensión suponga un reto considerable.

La relación entre las tres dimensiones es asimétrica porque cada una de ellas tiene una tendencia natural distinta que tiene a su vez un impacto distinto en la efectividad personal.

Exceso de emoción y defecto de reflexión

La tendencia natural es pensar «lo mínimo». Es algo perfectamente lógico desde el punto de vista evolutivo, ya que pensar consume cantidades ingentes de energía, lo cual suponía una amenaza para la supervivencia.

Por el contrario, la tendencia natural es sentir «de más». Por el mismo motivo de antes. El miedo, la preocupación y el estado de alerta constante son mecanismos de supervivencia, como nos explica Paz Garde en este post.

En cuanto a hacer, si permites que las tendencias naturales —pensar de menos y sentir de más— se sigan imponiendo, experimentarás a menudo estrés, que es también un mecanismo de supervivencia.

El problema es que las opciones entre las que elegir en esta situación son muy limitadas: parálisis, huida o ataque.

Convertido en comportamientos cotidianos, me refiero a no hacer nada, procrastinar o hiperactividad, y ninguna de ellas ayuda mucho a tu efectividad personal.

Las tres dimensiones de la efectividad personal en GTD®

GTD no aborda la dimensión sentir de forma explícita, pero sí lo hace de forma implícita.

Aunque no se explica en la metodología, casi todas las buenas prácticas vienen a corregir en la dirección adecuada una o más de las tendencias naturales que te he comentado.

Por ejemplo, Capturar te permite enfriar el pensamiento, es decir, modula a la baja la tendencia natural a sentir de más.

Por el contrario, Aclarar te fuerza a pensar y decidir, es decir, modula al alza la tendencia natural a pensar de menos.

De forma análoga, Reflexionar —sobre todo integrando los 6 Niveles de Perspectiva— te permite ganar claridad sobre lo que te hace feliz, está más alineado con tus valores y es importante para ti.

De este modo, al Ejecutar, podrás elegir intuitivamente qué es lo que tiene más sentido para ti hacer en cada momento.

La Planificación Natural de Proyectos como ejemplo de efectividad 3D

El modelo de Planificación Natural de Proyectos es un ejemplo fantástico de integración de las tres dimensiones de la efectividad personal.

En los pasos propósito y visión, la dimensión sentir juega un papel clave. Estos pasos tienen que ver sobre todo con para qué y cómo quieres lograr el resultado y con cómo te vas a sentir cuando lo consigas.

Los pasos siguientes —la lluvia de ideas y organizar— tienen que ver sobre todo con pensar. Con explorar opciones, identificar oportunidades, riesgos y consecuencias, tanto positivas como negativas.

El último paso —identificar las siguientes acciones— tiene que ver con hacer.

Aplicar este modelo a lo que quieres, tienes o necesitas conseguir te permite integrar emoción, pensamiento y acción en un todo común.

Pensar, sentir y hacer para vivir con sentido

Como resumen de este post, me gustaría que te quedaras con una idea: lo que sientes, haces y piensas es parte de un todo en equilibrio o tensión de carácter dinámico.

Nuestra naturaleza nos induce a pensar de menos y sentir de más, lo que da lugar a comportamientos inefectivos —parálisis, procrastinación o hiperactividad— a menudo acompañados de sensación de estrés.

Aprender a reconocer estas situaciones y desarrollar tu efectividad personal es lo que te permitirá lograr resultados relevantes y llenos de sentido.

En definitiva, pensarás mejor, harás con sentido y sentirás mayor satisfacción, confianza y plenitud con lo que haces.

Merece la pena intentarlo, ¿verdad?

Comentarios

Raül avatar
Raül


Estimado José Miguel,
Totalmente de acuerdo con lo que escribes en este post. En cualquier caso y con el objetivo de contribuir a tu fantástica visión, me gustaría añadir una precisión que puede resultar útil.
La secuencia lógica de nuestro cerebro es:
1. Pensar (concepción, percepción, atención, memoria, planificación, espacio, tiempo, metacognición,...)
2. Comunicar (conceptualizar, hablar, nominar, gesticular, dibujar, escribir,...)
3. Sentir (normas, valores, identidad, emoción,...)
4. Actuar (movimiento, toma de decisiones, resolución,...)
Desde mi humilde punto de vista GTD y OPTIMA3 responden a estas 4 dimensiones de una u otra forma en todos los pasos de su "work flow" (recopilar/capturar, procesar/clarificar, organizar, revisar/reflexionar, hacer).
Es por este motivo por el que confío plenamente en la propuesta organizativa de GTD y OPTIMA3. Porque la su propuesta, como ya has comentado en varios de tus post y de forma muy recurrente en tu libro "productividad personal", es de sentido común: funcionamos así!!
En resumen, tal vez sería interesante incluir la dimensión "comunicar". ¿OPTIMA4 tal vez? je je
Una brazo de un humilde y fiel seguidor,
Raül

José Miguel Bolívar avatar
José Miguel Bolívar


Hola, Raül.
Coincido con tu planteamiento, ya que la comunicación merece un trato aparte.
Sin embargo, en OPTIMA3® me he tomado la libertad de considerar la comunicación como parte de la acción, ya que también es resultado de sentir y pensar, al igual que ocurre con la acción.
Creo que lo que se pierde en rigor se gana en sencillez y simplicidad.
Un abrazo.
JM

Alma avatar
Alma


Hola. Esas 3 dimensiones se presentan con diferente ponderación en cada persona. Por ello, también existen aquellas que la reflexión es predominante pero con una mínima actualización de su dimensión emocional. En estos casos, dinamizar esta dimensión resulta esencial para aportar, como por ejemplo, empatía a los equipos de trabajo.
Otra cuestión también relevante es que cada dimensión se equilibra desde la dimensión superior: la física desde la emocional, la emocional desde la mental.
¿Y la mental desde dónde?
Con la práctica de técnicas de mindfulness conseguimos ubicar nuestra conciencia de realidad en un plano por encima del mental, lo cual nos permite equilibrar los excesos de procesos mentales habitualmente egocentrados.

PD. Revisa tu responsive pues a determinada redimensión de la interfaz el menú principal desaparece (incluso no se muestra el menú de hamburguesa)

Un saludo

José Miguel Bolívar avatar
José Miguel Bolívar


Hola, Alma.
Efectivamente, cada persona pondera distinto, aunque yo estoy por encontrarme con la primera que pondere de más en el aspecto racional.
El tema de la empatía lo tengo pendiente de tratar, porque a menudo se confunde empatía con simpatía (o incluso compasión) y los matices son importantes.
La tendencia natural es hacia la simpatía —que va más allá de la empatía— o la compasión —que es un grado aún mayor de simpatía—. Ambos son comportamientos orientados a la supervivencia.
En los casos que yo conozco de personas tildadas de poco empáticas, en realidad no es así. Son personas poco (o nada) simpáticas, pero completamente empáticas.
Este un tema delicado, porque la empatía es imprescindible —tanto para la efectividad como para la convivencia humana—, pero la simpatía correlaciona fuerte con la falta de asertividad.
Como te digo, da para un post y tal vez para dos. Me encantará conocer tu punto de vista sobre ellos cuando los escriba.
¡Ah! Y muchas gracias por tu comentario sobre el responsive. Se lo pasamos al desarrollador.
Un saludo.

Alma Betania avatar
Alma Betania


Ciertamente podemos hablar de simpatía, de compasión o de empatía y referirnos a significados diferentes.
Para establecer una comunicación fructífera sobre estos términos -tan absolutamente cruciales para equipos de trabajo o grupos- debemos detallar a qué nos referimos cada uno de nosotros al emplearlos.
Evidentemente no podemos anclarnos en las manifestaciones aparentes que podamos apreciar en las interacciones en estos espacios.
Hemos de profundizar en las ideas y emociones reales que se están produciendo detrás de esas manifestaciones.
Según creo, si nuestro rol es de counselling, uno de los objetivos residirá en que cada miembro del equipo o grupo sea consciente de esos procesos.
Creo que gran parte de las disfunciones en los equipos/grupos provienen de esa ausencia de conciencia de los procesos físico-emocionales-mentales que están interviniendo en esa interacción (las 3 dimensiones de la efectividad personal).
Gracias por la conversación. Un saludo

juan avatar
juan


Sentir, difícil palabra. ¿Nuestro sentir es natural o está condicionado por el entorno en el que vivimos?. ¿Marca el sentir los otros dos aspectos de la dimensión personal?

En el período de la segunda guerra mundial, muchos alemanes sabían lo que sucedía en los campos de concentración pero no hacían nada al respecto. ¿Supone eso que no tenían emotividad alguna para con otros seres humanos que sufrían?, ¿tenian los alemanes tanto miedo que les paralizaba?, ¿acomodaban sus reflexiones, pensamientos a dicha situación con el fin de sentir menos o no sentir empatía, de no mirar la realidad de los hechos y así poder sobrevivir a costa del sufrimiento ajeno?

Sentir, pensar y hacer...los 3 se relacionan y se influyen mutuamente. Si hago repitidamente algo y lo automatizo, esto condiciona mi sentir y mi pensar. Si cambio mi forma de pensar sobre un asunto, influenciará o modificacará mi sentir al respecto del mismo y probablemente mi hacer.

Desde mi punto de vista sentir es lo primero. Y al igual que pensar debe ser aprendido, creo que también nos deberían educar en el verdadero sentir. Porque en términos de efectividad, ¿quién es más efectivo para conseguir los resultados: un psicópata o una persona altamente empática?

José Miguel Bolívar avatar
José Miguel Bolívar


Me ha parecido muy interesante tu reflexión, Juan. Y estoy muy de acuerdo contigo en que también nos deberían educar en el verdadero sentir.
En cuanto a tu pregunta, la respuesta es «depende». La efectividad tiene que ver con lograr los resultados que deseas obtener para cumplir un propósito. No entra en la calidad moral ni del resultado, ni del propósito. Entiendo que una persona psicópata puede ser muy o muy poco efectiva y que lo mismo puede ocurrir con una altamente empática. De hecho, no conozco psicópatas, pero sí personas altamemente empáticas, algunas altamente efectivas y otras un completo desastre en lo que a efectividad se refiere.

arlis avatar
arlis


muy buen post jose miguel bolivar... ¿cuando nos contaras un poco mas de la parte proactiva en optima3?

José Miguel Bolívar avatar
José Miguel Bolívar


Muchas gracias. Lo tengo en la incubadora ;-) Bromas aparte, lo cierto es que no lo sé. Antes del libro sobre OPTIMA3® quiero sacar otro sobre GTD® que ayude de una vez por todas a entenderlo.
Pero el de OPTIMA3® llegará. Seguro. Tengo muchas ganas de escribirlo, pero ahora mismo hay otras prioridades.
Un saludo.

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