Óptima Infinito

El Blog de José Miguel Bolívar

Optima infinito

No Necesitamos Líderes

| tiempo de lectura 4:07'

Que la literatura tradicional sobre management lleve vertidos varios ríos enteros de tinta sobre los tipos, características, cualidades, competencias, ventajas y desventajas de los múltiples estilos de liderazgo, probablemente signifique algo.

Como mínimo, significa que el liderazgo vende porque, si no, ¿para qué se iban a escribir tantos libros? Y si vende, parece lógico pensar que es porque existe un volumen amplio de personas que sienten la necesidad de hacer algo con relación al liderazgo, sea para mejorarlo, cambiarlo, desarrollarlo o cualquier otra cosa.

Esta necesidad podría a su vez llevarnos a pensar que algo no acaba de funcionar todo lo bien que debiera en las organizaciones y que, en opinión de algunos, las causas del problema guardan relación con el liderazgo. Yo creo que las causas del problema son otras (escribiré sobre ello en otro post) pero podría ser una explicación de por qué tanto interés en el tema.

Me resulta llamativo que, por lo general,  las teorías y enfoques tradicionales sobre el liderazgo tengan en común una sobrevaloración del líder frente al resto de la organización. El líder derrocha cualidades de las que las demás personas del grupo andan escasas. De hecho, la principal contribución del líder al grupo es la aportación de su «excedente» de cualidades. Dicho en otras palabras, si no fuera por su líder, el saldo cualitativo del grupo sería negativo. Es el líder con su «excedente cualitativo» el que afortunadamente no solo compensa y equilibra ese saldo sino también quién logra convertirlo en positivo.

Sí, sé que estoy exagerando un poco pero la esencia de muchas de las teorías sobre liderazgo está más próxima a esta exageración de lo que puede parecer a simple vista. El mensaje implícito en buena parte de los libros de management es que los problemas se solucionan y los resultados se alcanzan gracias a los líderes. Si llevamos ese mensaje a su extremo, muchos problemas permanecerían sin resolver y muchos logros sin alcanzar si no existieran los líderes, ya que la «gente común», es decir, la inmensa mayoría de las personas, carece de esas capacidades tan preciadas y necesarias para resolverlos y alcanzarlos.

Esto es muy peligroso por varias razones y, sobre todo, porque muchas personas lo creen. Creer que no puedes hacer nada por ti mismo y que necesitas líderes que te resuelvan los problemas es algo que se lleva bien con nuestra pereza, que sintoniza fácil con nuestra naturaleza humana. Erich Fromm analiza espléndidamente este tema en su obra «El miedo a la libertad», en la que pone de manifiesto como, a veces, contar con un líder puede resultar muy cómodo, ya que nos permite eludir la responsabilidad que conlleva el ejercicio del la libertad. Por eso hay personas que ceden gustosamente parte de su libertad (de pensamiento y de decisión) a un líder a cambio de quedar exentas de responsabilidad.

No necesitamos líderes. No en la era del conocimiento. A lo mejor hubo un tiempo en el que sí los necesitábamos. Imagino que cuando gran parte de la población tenía bastante con sobrevivir, el nivel cultural medio era muy bajo y la capacidad de hacer llegar tu voz y tus ideas era prácticamente nula si pertenecías a determinadas capas sociales, los líderes eran algo inevitable y probablemente incluso necesario.

Del mismo modo, existían causas operativas que podían justificar la existencia de líderes. Cuando los resultados de una organización dependen de la ejecución más o menos sincronizada de instrucciones y, especialmente, cuando los medios para la transmisión de instrucciones son limitados en su eficacia, contar con una estructura articulada en torno a una estratificación de liderazgos puede resultar muy útil. Piensa por ejemplo en un ejército antes de que existieran las telecomunicaciones.

Pero a día de hoy, las primeras y las segundas ya no aplican en las organizaciones del conocimiento. Nos sigue quedando el miedo a la libertad, que es parte importante del problema, pero eso también da para otro post.

La realidad actual es que las personas que trabajan en este tipo de organizaciones no se diferencian sustancialmente en cuanto a nivel de vida, formación y capacidades de aquéllas que las lideran. De hecho, con frecuencia superan a estas últimas, al menos en formación y capacidades.

He conocido a muchos líderes a lo largo de mi carrera profesional: presidentes, vice-presidentes, world-wide managers… Y todos eran tan humanos como tú y como yo, con sus virtudes y sus defectos. Muy pocos me parecieron personas excepcionales, ni a nivel profesional ni a nivel humano. En el fondo, eran personas muy similares a las que puedes encontrar en cualquier otra parte, dentro y fuera de las organizaciones. Y esto se debe a que, generalmente, la gente que lidera lo hace porque sus valores refuerzan determinados comportamientos afines a lo que se considera «buen liderazgo», no porque sus capacidades objetivas lo justifiquen frente a otras personas con las mismas o mejores capacidades pero con valores distintos.

Por otra parte, tampoco tienen sentido hoy día las causas operativas, ya que la tecnología ha puesto en manos de todo el mundo la capacidad de comunicar rápido, barato y de forma eficaz.

Imagina que las personas superamos el miedo a la libertad y olvida por un momento el hecho de que las organizaciones están estructuradas según un modelo organizativo del siglo XIX que funciona a base de líderes.

En una realidad en la que ya no es cuestión de capacidades ni de necesidades operativas. En un mundo en el que la materia prima es el conocimiento y el valor que producen las personas procede de cómo generan, comparten y aplican ese conocimiento

En esa realidad, yo sigo viendo razones por las que se necesitan maestros, mentores, facilitadores, conectores y coaches pero ¿qué razones existen para seguir necesitando líderes?

Comentarios

Rubén avatar
Rubén


Ciertamente no puedo estar más en desacuerdo. Llamas líderes a los que "lideran" las empresas, es decir, a los jefes y dices que "las organizaciones están estructuradas según un modelo organizativo del siglo XIX que funciona a base de líderes", de nuevo jefes. Jerarcas. Claro que esos son igual que tú y yo e incluso peores como bien dices. Y la ausencia de líderes sólo los perpetuará. Personalmente creo que es ahora más que nunca cuando necesitamos líderes, cuando el pensamiento único se apodera de todo y se está intentando crear clones en lugar de personas.

La tecnología ha puesto en manos de todo el mundo la capacidad de comunicar rápido, barato y de forma eficaz.¿Crees que eso ha aumentado la calidad de la comunicación? Yo creo que se ha producido el efecto opuesto. La posibilidad teórica esta ahí pero no la posibilidad práctica... Dices que no necesitamos líderes pero sí maestros y mentores ¿acaso no son otros nombres del líder?

Sé que el comentario me está quedando un tanto negativo y crítico pero es que estoy hasta las pelotas de jefes que lo son por la antigüedad (consistente en repetir el mismo trabajo día tras otro), gobernantes que lo son por mirar a otro lado cuando no por repartir los dineros de todos entre unos pocos, etc. Y mientras tanto, la gente, esa gente que tiene todo para ser libre agacha la cabeza o busca una víctima fácil que los "mass mierda" de turno se encargan de señalarle.

Lo que tiene la gente es miedo. Y eso es lo que no nos permite ser ni libres, ni líderes. Dices que ampararse tras el líder puede significar la renuncia al ejercicio de la libertad. Entiendo lo que dices pero creo que hoy, estamos un paso por detrás de ayer, hoy la gente no quiere líderes porque son molestos, porque son coherentes, porque son ejemplo y muchas veces, y más en este país, cuando en la balanza está tu salario (poco o mucho aunque cada vez menos) y el líder, el miedo elige por nosotros y el líder suele acabar convertido en mártir.

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Tú lo has dicho :-) Llamo líderes a los que lideran. Esos son a los que no necesitamos. Por otra parte, yo no creo que necesitemos líderes ahora más que nunca. Creo que lo que necesitamos es más liderazgo y, sobre todo, más personas con auto-liderazgo. De hecho, lo realmente crítico es que las personas dejen de buscar desesperadamente líderes y se lideren a sí mismas.
Un líder puede ser un maestro o un mentor o puede no serlo. Nadie niega que Hitler era un líder. ¿Era ese el tipo de maestro o mentor que necesitamos?
Como bien dices, lo que la gente tiene es miedo. Y el liderazgo, ejercido en primera persona, implica vencer ese miedo y actuar a pesar de él.
Nos han hecho creer que sin líderes no somos nadie. Yo no lo creo. Creo que si no somos capaces de liderarnos a nosotros mismos no somos nadie.

Rubén avatar
Rubén


José Miguel, ahora sí estamos totalmente de acuerdo. El artículo sonaba un poco a "no necesitamos liderazgo" de ningún tipo y, la verdad, me extrañaba tremendamente conociéndote.

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Casi siempre lo estamos... ;-)

Gonzalo Castro M. avatar
Gonzalo Castro M.


Gracias por el artículo que permite la reflexión.

Sabes, creo que son necesarios los líderes. Pero considero que hoy se comenten dos grandes errores:

1° Existe la creencia que si una persona tiene un cargo de responsabilidad en la empresa necesariamente es líder y se sienten con el derecho o la necesidad de serlo.

2° Los líderes no están creando líderes. Sienten miedo de ser desplazados en el corto o mediano plazo.

Para mi el asunto corre por la necesidad de que un líder como tal, debe necesariamente "discipular" a otras personas de su entorno, con el fin de que ellas mismas se conviertan en líderes, primero de sí mismas y segundo para otros, creando un círculo virtuoso de aprendizaje, colaboración y transformación.

Un abrazo.

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Muchas gracias, Gonzalo. Creo que es necesario el liderazgo pero cada situación, con sus circunstancias, puede requerir un tipo de liderazgo distinto y que lo ejerza una persona distinta. En ese sentido, sí hacen falta líderes. Muchos. Hace falta que todos podamos ser potencialmente líderes en caso necesario. Lo que no creo es que sea conveniente que el liderazgo lo ejerza una oligarquía, por muy cualificada que sea. No, al menos, en la era del conocimiento.
Un abrazo,
JM

David Sánchez avatar
David Sánchez


¡Qué artículo tan bueno!... y dado a la polémica :-)

Según la RAE, un líder es la persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora. Yo creo que la palabra clave es "reconociéndola". Una persona no puede autonombrarse líder ni puede tener el papel de líder porque otros le digan que lo es, pero estos no le reconozcan realmente como tal.

Creo que el liderazgo es una consecuencia que debe surgir de manera natural en el entorno en el que se desarrolla. Es evidente, que un presidente, vicepresidente, CEO, manager,..., simplemente por el hecho de tener una posición laboral más o menos circunstancial, ello no les hace líderes (les hará presidentes, vicepresidentes, CEOs o managers). Ser un líder no está asociado, o no debería, a un determinado cargo o puesto.

Es cierto que la gente puede "delegar" la responsabilidad en un supuesto líder. Pero en el momento en el que eso ocurriese, ese supuesto líder deja de serlo y pasa a ser un gestor. Si tú reconoces a una persona como tu orientador y le sigues por ello, no delegas en él las cosas (entre otras cosas porque no te iba a dejar).

Yo creo que siguen siendo necesarios los líderes, tanto socialmente como en las organizaciones, también en el trabajo del conocimiento. Lo que ocurre es que esos líderes tendrán otras competencias diferentes a las que se tenían antes. Por ejemplo, Jose Miguel menciona al final del post que serán o son necesarios maestros, mentores, coaches, ..., que al final son agrupaciones de competencias de incalculable valor en nuestros tiempos. Para mi, un líder actual debe cumplir con algunas de esas características y otras más. Porque seguirán existiendo líderes, y en cierto modo serán necesarios para seguir avanzando en el desarrollo de nuestra sociedad del conocimiento.

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Muchas gracias, David. Soy consciente de que el título del post es provocador :-) Lo que quiero decir es que no necesitamos una casta minoritaria y exclusiva de líderes "semi-divinos". Lo que necesitamos es que la gente madure, personal y profesionalmente, asuma sus responsabilidad y gestione sus propias decisiones y sus propios riesgos. Necesitamos que cada profesional sea un líder, para sí mismo y para los demás, en función de las circunstancias. Lo que en mi opinión no tiene sentido en la era del conocimiento es que el proceso de toma de decisiones de las organizaciones permanezca en manos de una "élite" que se auto-erige como "líderes" y que lo que realmente hace falta es democratizar el liderazgo, en el sentido de que cualquier persona lo posea y pueda ejercerlo.
Un abrazo.

Silvestre Segarra avatar
Silvestre Segarra


"Toda persona que da ejemplo es un líder". Hoy el liderazgo tiene que ser compartido, porque nadie sabe de todo. El liderazgo debe ser positivo, y preferiblemente desde atrás, ayudando a los demás a progresar y a descubrir su talento, a desarrollar sus habilidades y crecer como personas, animándoles a atreverse y a hacer uso de su libertad y defenderla como un tesoro.

Estoy de acuerdo en que se ha agotado la forma clásica de liderazgo. ¡Ha llegado la hora de construir la nueva!

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Hola Silvestre. Por ahí va la idea del post. "Toda persona que da ejemplo es un líder". Y si logramos que todas las personas puedan ser ejemplo de algo en algún momento, todas tendrán el potencial de ser "líder".
Un saludo.

Bernardo Villar avatar
Bernardo Villar


Me parece que el asunto viene siendo lo que entendamos como líder. Efectivamente creo que el viejo entender de un líder como una persona que viene a solucionar como superhombre y a "convencer" con argumentos a un grupo de personas es un concepto del pasado. A mi me parece que el concepto de lider ha cambiado profundamente hacia una persona que inspira a la acción con sus acciones. No solo en el ámbito organizacional, sino en cada aspecto de la vida. un líder inspira por su actitud, su congruencia, su integridad, que no pregona, sino que las vive porque son quién el lider es. Y su visión es tan poderosa e incluyente que la gente se suma a ella. Se suma, no se le ha impuesto.

Yo creo que los líderes se necesitan. Yo creo que todos tenemos ese potencial de inspirar a la acción.

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Hola Bernardo. Yo estoy convencido de ello, de que todos tenemos ese potencial y de eso precisamente va el post, de dejar atrás la creencia de que líderes solo pueden serlo unos pocos y que esa escasez los hace superiores al resto. Necesitamos que el liderazgo sea algo que ejercen todas las personas. Por eso no necesitamos líderes en su concepto tradicional.
Un saludo.

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Maestro, por aquella época servidor ni siquiera tenía blog... Lo que más me alegra es ver que según acumulo canas me voy acercando a quienes van por delante abriendo camino.
De todos modos, la idea era radical en 2006 cuando tú la propusiste. Hoy me parece bastante obvia :-)
Abrazo!

Enrique Pampliega avatar
Enrique Pampliega


Todos podemos ser líderes en un momento dado. El disponer de un "cargo" en una empresa no significa que seas un líder. Hay empresas, momentos y situaciones que hacen que una persona anónima se convierta en líder y "tire del carro" cuando otros, en grupo, son incapaces y ojo, quizá en otra empresa, momento o circunstancia si lo serían.

Los líderes no vienen impuestos los crea el grupo. Las personas que adocenadas son incapaces de acometer algo buscan el impulso para ello(y la responsabilidad)en otro. Efectivamente pierden parte de su libertad en beneficio de lo que deben considerar una posición más cómoda.

Gran artículo. Digno de los comentarios que lo acompañan y de obligada reflexión.

Un abrazo,

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Muchas gracias, Enrique. "Todos podemos ser líderes en un momento dado". ¿Por qué entonces nos cuesta tanto serlo? Porque nos han hecho creer que esto no es así. Que ser líder es algo reservado a una selecta minoría. La idea radical es la misma que proponía Julen en 2006 y que proponen otros muchos pensadores e innovadores en management como Gary Hamel. Los líderes tal y como se han venido entendiendo en las organizaciones se han convertido en un problema. Necesitamos liderazgo. A raudales. Pero de forma generalizada y distribuida, no concentrado en una élite de "líderes".
Un abrazo.

Fran avatar
Fran


Seguía este blog por recomendación de un amigo, y hasta ahora todo lo publicado me había gustado. Hasta hoy.

Pensé que el autor era una persona coherente con lo que escribía, pero en este artículo ha patinado como un cubito de hielo sobre una pista de patinaje.

No voy a extenderme porque sería perder el tiempo. Así que sólo diré una cosa más: léete el significado de la palabra líder y piensa sobre lo importante: inspirar a otros.

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Hola Fran. Evidentemente respeto tu punto de vista y simplemente me gustaría hacer una observación. En el artículo afirmo que no necesitamos líderes y especifico a qué tipo de líderes me refiero. Lo que en ningún momento digo es que no necesitemos liderazgo y, por supuesto, tampoco digo que no sea necesario inspirar a otros. Por eso digo que necesitamos mentores, maestros, coaches... En definitiva, referentes y modelos de los que aprender y con los que crecer. Lo único que critica mi post es la creencia según la cual la cualidad de inspirar es algo limitado a unos pocos...
Un saludo y gracias por leerme.

Alfredo Pera avatar
Alfredo Pera


Haz dicho en anteriores posts que el liderazgo es un deporte de contacto, lo que apela a un liderazgo de estructura plana y también que sin comunicación no hay liderazgo.
El liderazgo tradicional que observas ahora, se da cuando las brechas en la organización son muy abiertas. En la película Master & Commander el líder le dice a su amigo médico "los hombres tienen necesidad de ser gobernados"..... pero hombres o muy jóvenes e inexpertos o casi ignorantes y supersticiosos como muestra la película.
En una sociedad con menores barreras y conocimientos más disponibles el liderazgo debe apelar más a la autoridad interior de los individuos que son liderados: la conciencia, el deber, etc... ¿o son estas realidades anacrónicas?
El liderazgo debe estar abierto a la alternancia en base a las competencias requeridas en cada circunstancia, mostrando desapego al poder, como lo hizo Benedicto XVI.
En todo caso el lider debe tener como tarea básica la promoción de nuevos líderes.

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Hola Alfredo. El liderazgo es ahora probablemente más esencial que nunca. Por eso mi post pretende romper una lanza a favor de la generalización del liderazgo. Que se convierta en una competencia genérica más, al alcance de cualquier persona. No creo que haya que reunir un cúmulo de virtudes para poder comportarte como un líder en un momento dado y por eso creo que el primer paso es desmontar la creencias limitantes que nos incitan a creer lo contrario.
Un saludo.

Carolina Gorosito avatar
Carolina Gorosito


Me encanta el debate. Cuando leí el título, quedé sorprendida porque hoy en día estamos en la moda del liderazgo, es cierto.
Hay mucha controversia con respecto a la palabra "líder", creo que se confunde generalmente con el poder, control y manejo sobre los demás, o con el título impuesto en un trabajo.
Todos sabemos que la era de la información trae nuevos paradigmas, en donde ser líder no significa ser el jefe, sino ser tu propio jefe, por lo que podés solo o con un equipo lograr lo que quieras.
Por eso me declaro una enamorada de las metodologías y frameworks ágiles, que proponen otro tipo de líderes, los que necesitamos hoy en día: facilitadores, gente que piensa en ayudar a los demás. Fácil de decir, muy difícil de cumplir, porque estamos enfocados siempre en nuestro ego.
Me alegra muchísimo que este sistema viejo está cayendo y se reemplaza poco a poco por la colaboración. Y para esto sí necesitamos líderes que nos conduzcan hacia los valores humanos.
Gracias por esta publicación, nos invita a pensar.

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Muchas gracias, Carolina. En la práctica, en las organizaciones hay muchos más líderes que los que oficialmente se tienen como tales. En mi opinión, sobran líderes "oficiales" y falta liderazgo. Hay que invertir esa proporción. Las organizaciones no funcionan cuando una minoría son muy buenos "líderes" sino cuando todas las personas lo son.
Un saludo.

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