Óptima Infinito

El Blog de José Miguel Bolívar

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El Reto de Aprender a Liderar sin Título

| tiempo de lectura 3:32'

Cuando hace unos días afirmaba en otro post que no necesitamos líderes, se originó un interesante y acalorado debate sobre el tema, por lo general cuestionando mi afirmación y defendiendo la necesidad de líderes.

Sin embargo, yendo a la esencia de los comentarios, lo que en realidad se defendía no era tanto la existencia de líderes como la necesidad de liderazgo. Parece lo mismo pero no lo es.

Estoy convencido de que en la Era del Conocimiento no necesitamos líderes pero sí necesitamos liderazgo. Más que nunca y en mucha mayor cantidad. Por eso no es suficiente con el que aportan los líderes porque cuando se habla de «los líderes», la imagen que ello suele evocar viene automáticamente asociada a la de élite. Los líderes nunca son todos los que están, sino una minoría selecta.

La pregunta que planteo es la siguiente: ¿para qué hacen falta «los líderes»? Creo no equivocarme si digo que la respuesta mayoritaria sería, probablemente, «para liderar».

En ese caso, continúo con mis preguntas. ¿Qué cualidad tienen «los líderes» que hace que ellos sí puedan liderar y los que no son líderes no puedan? Nuevamente, creo que la respuesta mayoritaria sería: «liderazgo».

Llegados a este punto, mi tercera y última pregunta sería: Si las personas «normales», las que habitualmente no son consideradas parte del grupo de «los líderes», poseyeran también la cualidad del liderazgo, ¿seguiríamos necesitando a «los líderes»? Creo que la respuesta es evidente.

Todo lo anterior nos lleva a la conclusión de que creemos que necesitamos líderes porque somos conscientes de que necesitamos liderazgo. Hasta ahí, nada que discutir. Ahora bien, ¿qué pasaría si en lugar de preocuparnos tanto por encontrar, desarrollar y construir líderes nos preocupáramos por desarrollar el liderazgo en todas las personas?

A lo mejor, si en lugar de «aborregar» a los niños en el sistema educativo y a las personas en las organizaciones pusiéramos el foco en desarrollar su liderazgo, entonces a todos nos parecería evidente que no necesitamos a «los líderes».

¿Por qué no ocurre esto? Podría ser porque a «los líderes» minoritarios actuales a lo mejor no les interesa especialmente que cambie el «statu quo»…

Más allá de mi opinión personal, que no deja ser precisamente eso: «una», «opinión» y «personal», hay un colectivo cada vez mayor de personas que es consciente de que lo que nos ha traído aquí no nos llevará allí, sea dónde quiera que sea.

La visión elitista del liderazgo no es la única posible. Hay otras. El problema de esta visión elitista es que produce efectos nocivos. Por ejemplo, que «el liderazgo es cosa de otros» porque «yo no valgo para ser líder». No lo comparto. Todo el mundo vale para ser líder. Otra cosa es que liderar no sea fácil y que, en ocasiones, resulte mucho más cómodo que nos lideren otros.

Pero en las organizaciones del futuro, en la era del conocimiento y del trabajo en red, el liderazgo «de élite» no es operativo. Y no lo es porque es una visión del liderazgo basada en criterios de escasez y las redes necesitan gran cantidad de liderazgo individual y colectivo para funcionar de forma eficiente.

No sabemos trabajar en red y por eso nos cuesta y los resultados no acompañan. Pero la solución no puede venir del mismo sitio del que intentamos salir porque sabemos que no funciona. Jerarquizar la red es matar la red. En lugar de echar mano de lo conocido y replicar estructuras de poder elitistas que no sirven, lo que hay que hacer es llevar a cabo una buena diagnosis del problema y plantear soluciones innovadoras.

Y la causa del problema no está en la falta de líderes. Los líderes sobran. De lo que hay escasez es de liderazgo. Pero liderazgo generalizado, humilde, puntual, contextual, solo para lo que tiene sentido y únicamente cuándo procede. No liderazgo de élite permanentemente adscrito al rol o a la persona y al margen de las circunstancias. No nos engañemos. Nadie puede ser líder siempre y para todo.

El liderazgo no lo da el cargo ni es cualidad omnipresente de la persona, del mismo modo que el hábito no hace al monje. El liderazgo es una competencia y como tal se puede aprender. Eso significa que el verdadero reto es que todas las personas aprendan a ejercer su liderazgo puntualmente y a aceptar el liderazgo de los demás cuando corresponda. El verdadero reto, a lo que hay que aprender para trabajar en red, es a liderar cuando, y siempre que, las circunstancias requieran liderazgo, sin imponerlo y sin evitarlo.

El liderazgo no es una cualidad minoritaria sino el resultado de una actitud voluntaria. Por eso, hay que superar el mito de que las soluciones y los resultados solo pueden proceder de «los líderes» y entender y aceptar que las soluciones y los resultados pueden proceder de cualquier persona y que, precisamente por eso, el verdadero reto es el reto de aprender a liderar sin título.

Comentarios

Manel [cumClavis] avatar
Manel [cumClavis]


Suscribo al 100% lo que dices José Miguel. Me recuerda un poco a un fenómeno que se está dando ahora. Resulta que se habla mucho del bottom up y de su emergencia en los sistemas sociales y organizativos, pero en la práctica [en el subconsciente más consciente], realmente no se cree que ese bottom up pueda emerger directamente desde la base sin que haya primero un top down que lo decida. El bottom up no deja de verse como una participación permitida desde el top Down. No obstante, se está demostrando en entornos mucho más abiertos que una organización [como algunos sistemas sociales ciudadanos], que el bottom up puede emerger espontáneamente al margen de lo que decida el vórtice de la pirámide y que lo más probable es que a ese “top” le vaya muy grande si él mismo no ha emergido, como el suflé, desde la base, tan sólo para que la represente. No sé si me explico...

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Gracias Manel. Coincido plenamente con tu análisis. El problema es que el bottom up suena "cool" pero son pocos de los que actualmente están "up" que de verdad lo creen y, como bien apuntas, para que a los que están en el "top" no les quede grande es preciso que procedan del "bottom". Te explicas estupendamente... :-)

Ana avatar
Ana


El problema fundamental es que son los lideres políticos los que corrompen los sistemas educativos sobre todo en América Latina, lugar donde las instituciones son débiles por tanto el sistema democrático es una falacia. Salvo Costa Rica, Chile y un par de paises con democracias bien constituidas.

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Gracias Ana. El tema de los líderes políticos también daría para varios posts ;-)

Guillermo Yáñez Sánchez avatar
Guillermo Yáñez Sánchez


Hola José Miguel, me ha gustado mucho. También es mi opinión personal, pero en el ámbito el Sector Público que me muevo hay una élite con "licencia para pensar y liderar" aparejada con los títulos, los niveles profesionales... y una tradicional jerarquía donde, obviamente, los de arriba ni quieren, ni necesitan ningún cambio.

También pienso en lo que dices de trabajar en red y que ese liderazgo de nivel y título en la red no vale; bueno, igual para alguien vale, pero dependerá de su capacidad de liderazgo.
Me guardo esta reflexión, en mis archivo.

Buena mañana.

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Muchas gracias, Guillermo. Por matizar lo de que "en la red no vale", en realidad lo que quiero decir es que en la red ese tipo de líder es irrelevante porque la propia red excluye a quienes no contribuyen realmente a ella. Si entendemos el liderazgo como competencia, la red precisa de unos comportamientos muy concretos asociados a esa competencia. Comportamientos que, por otra parte, son bastante distintos de los del liderazgo tradicional según lo entienden muchos de "los líderes".
Buena mañana :)

Angel Mª Zamanillo avatar
Angel Mª Zamanillo


Tres palabras...
Consciencia, Autocreencia y Responsabilidad.

Un abrazo.

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Nada más y nada menos... ;)
Un abrazo.

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JuanJo Mora


El primer artículo que leo sobre liderazgo que apunta hacia el liderazgo natural ligado a desarrollo, aprendizaje y competencias pero sobre todo, a humildad. Gracias por colocar este concepto, tan trillado como equívoco, sobre la nuevas necesidades y cambios de paradigma. Un saludo.

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Muchas gracias, JuanJo. Probablemente el gran cambio sea con relación a la humildad (a la de verdad).
Un saludo.

Andrés avatar
Andrés


Jose Miguel,
De nuevo un post en formato carga de profundidad, de los que te dejan rumiando. Ante todo gracias.
Hablar de líderes y liderazgo es una imperiosa necesidad (también es solo mi opinión) para la mayoría de empresas que conozco. La paradoja es que sacar este debate a flote penaliza...si no eres un líder formal y jerarquicamente hablando... Y es que son muchos los comportamientos que tienen que cambiar para que cualquier profesional se vea, se sienta y se comporte como un líder, puntualmente y cuando el contexto y las circunstancias de negocio lo precisen...
Y, "que se comporte como un líder" a su vez, implica que se debata en que consiste "comportarse como un líder" en la sociedad del conocimiento, ya que, también en mi opinión, los rasgos y comportamientos asociados a la competencia liderazgo (en nuestro nuevo contexto social y empresarial...) se parecen como un huevo a una castaña comparado con los rasgos que la mayoría de profesionales aún asocia al ejercicio del liderazgo digamos de corte "tradicional"
En definitiva...cada organización tendrá que plantearse si como bien dices, lo que les trajo hasta aquí...les llevará allí y, asumir los beneficios o consecuencias de tener ese debate o no tenerlo, o tenerlo como cortina de humo.
Un fuerte abrazo
Andrés

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Gracias a ti, Andrés. Desgraciadamente las cosas son como dices. Expresar liderazgo cuando tu posición jerárquica no te "cualifica" para ello puede tener consecuencias muy negativas. Por eso el cambio es multidireccional. Por una parte, deben cambiar tanto los actuales "líderes" como los que no son líderes formales, a fin de adecuar sus comportamientos a la nueva realidad. Y para ello, ambos colectivos necesitan entender primero en qué consiste el verdadero liderazgo en la sociedad del conocimiento.
Un fuerte abrazo!

Juan Martínez de Salinas avatar
Juan Martínez de Salinas


Hola JM,
Felicitarte por el artículo, una vez más da en el clavo.
El liderazgo es colaboración y trabajo en equipo. Todos podemos liderar nuestras ideas y proyectos en los que colaboramos. Lo que pasa que muchos se empeñan en que solo pueden ser lideres los elegidos para dirigir un cargo con responsabilidades. Esto es totalmente refutable porque todos conocemos muchos jefes que no tienen ni idea ni ganas de liderar, su lema es ordeno y mando para que otros acaten sin rechistar. Esto último sí que es lo fácil.
Saludos,
Juan

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Muchas gracias, Juan. La situación resulta cómoda para mucha gente. Probablemente por eso cueste tanto el cambio. Otro aspecto muy importante es el que comentas sobre confundir el liderazgo con el abuso de autoridad. Mucho camino por recorrer todavía... :)
Saludos.

Yolanda avatar
Yolanda


Estoy de acuerdo con lo que expones.
El aborregamiento. Se fomenta desde esa elite que manda y jefa parto, en escasas ocasiones, lidera.
La estupidez, fomentada por un sustema que no quiere crear seres pensantes, lo fomente

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Gracias Yolanda. Quién/es gana/n con que el sistema no cambie? Una pregunta que puede explicar mucho de porqué las cosas son como son.
Un saludo.

davidrjordan avatar
davidrjordan


Fantástica reflexión!
¿Sabes cuál es el problema? Que esta nueva forma de liderazgo que señalas, una vez que se prueba, provoca fricciones con la forma tradicional de líderes impuestos. Me explico:
El liderazgo distribuido, en red, es la fórmula que empleamos en OpenKratio, la Asociación Ciudadana pro OpenGov & OpenData en la que ando muy activo últimamente. Las cosas fluyen y el trabajo se hace de forma entusiasta (incluso cuando requiere muchas horas de dedicación y cero de retribución).
Sin embargo, en mi entorno de trabajo profesional, el que me da de comer, en una Universidad Pública, el liderazgo impuesto es la norma; si bien es cierto que estamos experimentando con algún proyecto a distribuir el liderazgo, la falta de cultura en este sentido, empuja a los miembros del equipo a buscar el líder "con título".
Resultado: sientes que las cosas, en un entorno con liderazgo de título se frenan, no fluyen, desmotiva... es frustrante.
Gracias por dar que pensar!

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Muchas gracias a ti, David. El tema que planteas me parece apasionante... Cuando las redes surgen de forma espontánea, el liderazgo en red está allí porque es él en parte quién a contribuido a que la red surja. Pero en organizaciones jerárquicas tradicionales, ¿cómo evolucionar hacia el nuevo paradigma? Ese es uno de los temas en los que ando metido últimamente. Ya iré contando por aquí... ;-)
Un abrazo!

Silvestre Segarra avatar
Silvestre Segarra


El pensamiento precede a la acción, y como parece que todos estamos de acuerdo, ha llegado el momento de ponerse en marcha, por lo menos cada uno en su entorno. Gracias J.Miguel por inspirarnos y darle forma al pensamiento. Pero toca empezar señ@res, ¿cómo? Dando oportunidades, enseñando a los que empiezan, animando a los que tienen ilusión, bajándonos del puesto en el que estemos para escuchar sugerencias frescas sin juzgar su experiencia, perdonando y dejando probar para aprender y descubrir. Todos los días surgen multitud de ocasiones para llevar a cabo cualquiera de estas iniciativas, y el retorno es asombroso. Si creen que están en el sitio equivocado, no se resignen y dirijan su ilusión hacia otro lugar. Esto vale la pena y las generaciones futuras lo agradecerán.

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Muchas gracias Silvestre. Efectivamente, el movimiento se demuestra andando y este es un momento fantástico para empezar a andar.
Un saludo.

Josep Serra avatar
Josep Serra


Mi opinión sobre el Líder y el Liderazgo.

El Liderazgo es necesario para llegar a los objetivos. Hay varios tipos de Liderazgo y todos son buenos si los resultados lo son.
El Líder a de ser una persona que le encante el liderazgo, que disfrute, que lo lleve en su ADN, sino es bastante probable que tenga problemas de credibilidad. Ha de ser una persona segura de si misma, conocer bien sus competencias y sus deficiencias, ser humilde, saber escuchar, tener claro los objetivos, saber comunicarlos, saber convertir a todos sus colaboradores en líderes y saber que él es uno más del equipo, que ayudará a su equipo a conseguir los objetivos y que aceptará las sugerencias de mejora de todos los miembros del equipo. Además a de tener una gran sensibilidad en las relaciones personales y un conocimiento de la inteligencia emocional, saber gestionar las emociones le será un punto muy importante a su favor. Porque no olvidemos que las personas no somos racionales como nos quieren inculcar, sino que somos emocionales y nos movemos por nuestros sentimientos.

Saludos

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Hola Josep. Si las cosas son así, nos queda mucho por hacer. El liderazgo es una competencia y como tal lo importante es ser capaz de expresarla, te guste más o menos. Sin duda, que algo te guste ayuda. Eso no impide que puedas tener un buen nivel competencial haciendo algo que no te encanta. Por otra parte, los equipos y las redes son cosas muy distintas. Un equipo no deja de ser una jerarquía a menor escala pero con idénticos principios: división de roles y responsabilidades, niveles de autoridad, objetivo común, etc. Personalmente no me parecen la mejor opción para organizar el trabajo del conocimiento.
En cuanto a la inteligencia emocional, coincido contigo en que es otra competencia básica que hay que desarrollar.
Saludos.

Alberto Blanco avatar
Alberto Blanco


Hola JM, levaba un tiempo sin pasarme por aquí, y por casi ningún blog, y fíjate que me encuentro un post muy estimulante.

El hecho de que el liderazgo se asocie a una elite, es cierto. Y que en la llamada era del conocimiento eso hace que se estén rompiendo las costuras, también. Pero tengo dudas acerca de que no hagan falta líderes. Por dos razones principales, la madurez de las personas y el dinero o poder que haya en juego.

En cuanto a la madurez de las personas, de todas las teorías del liderazgo existentes, en mi opinión la del liderazgo situacional es la una de las que mejor mejor envejece y se adapta a los cambios de nuestra sociedad. Quizás es por su simplicidad, o por huir de artificios que tratan de ver al líder como un ungido, o como alguien al que convertir en Superman.

Pues bien, ahí puedes ver estilos que reflejan algo del liderazgo distribuido, y es viable cuando la situación lo requiera y la madurez de las personas lo permita. Pero por mucha era del conocimiento que vivamos, sigue siendo necesario producir bienes, sigue siendo necesario manipular grúas para construir puentes, sigue siendo necesario conducir furgonetas para repartir productos. Y seguirá habiendo por tanto una buena parte de la población activa dedicada a tareas fuera de ese perfil llamado trabajadores del conocimiento.

Y ahí el liderazgo situacional también te indica qué estilos de liderazgo se necesitan para el nivel de madurez de estas personas y los objetivos que afrontan. Porque aunque el liderazgo es algo que toda persona puede desarrollar, hace falta querer, tener motivos. Y muchas de estas personas con un nivel menor de madurez no encuentran esos motivos, o no les compensa en la ecuación de su felicidad. Este tipo de personas necesitan y necesitarán un líder que les dé instrucciones claras y mucho apoyo emocional. Y no veo nada malo en ello.

Sobre el segundo factor, el dinero o poder que hay en juego, lo ha explicado muy bien David Jordán en su comentario. Cuando la recompensa es alguno de estos dos factores, muchas veces el liderazgo distribuido salta por los aires. Y me temo que mucho tiene que cambiar el mundo para que nos olvidemos del dinero o del poder como forma de recompensa.

Felicidades por el debate generado, qué gusto volver por aquí.

Un abrazo!!

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Hola Alberto. Muchas gracias. Me alegra mucho verte por aquí de nuevo. En las condiciones que comentas, yo también creo que hacen falta líderes. Las grúas y las furgonetas no son trabajo del conocimiento y en ese tipo de entornos la jerarquía ha demostrado que funciona, por muy mejorable que pueda ser.
Me parece interesantísimo el debate que planteas y me encantaría profundizar pero necesitaría mucho más que un comentario para hacerlo. Por ser breve, creo que vamos hacia una polarización social extrema (no soy el único en creerlo). En un extremo estarán personas que trabajan en commodities y en el otro las que lo harán en áreas de generación de valor diferencial. En qué grupo esté cada persona dependerá de su madurez, valores, preparación, etc. Hasta ahí creo que coincidimos bastante. Lo que sí tengo claro es que otros elementos tan potentes como el poder y el dinero (por ejemplo, el propósito) tendrán una relevancia cada vez mayor y que muchas personas actuarán en función de ellos (aunque otras muchas sigan actuando en función del poder o el dinero). Y también tengo claro el poder motivador de unos y otros elementos y las posibilidades de cambio social y económico que ello supone. Creo que el hecho de que nunca haya pasado no implica que no vaya a pasar y precisamente por ello estoy convencido de que veremos enormes cambios en los próximos años, muchos de los cuales tendrán que ver con redes y con liderazgo en red.
Un abrazo!!

José Sánchez-Mota avatar
José Sánchez-Mota


Leo la entrada y me quedo con sensaciones encontradas. Por una parte, la melodía es de esas que apetece seguir tarareando, pero hay un no sé qué en la letra que no tengo claro. Así que le doy una pensada y me encuentro con esto: En ese liderazgo que reivindicamos para las "personas normales" ¿una gran parte no sería, simplemente, actitud proactiva? (Que no es poco).
Sin ánimo de entrar en polémica ya que, insisto, estoy básicamente de acuerdo, me parece útil separar ambos conceptos.
Por una parte, personas proactivas, capaces de comenzar con un fin en mente y poner primero lo primero, así como de establecer sinergias trabajando en redes colaborativas. Por otra, de entre ellas, personas que en momentos específicos o en situaciones concretas diseñen un proyecto en el que otros se sientan motivados a participar. Y aquí sí estoy plenamente de acuerdo con ese concepto de "democratización" del liderazgo. El único matiz es verlo como un desarrollo de la capacidad proactiva y de dotar sentido a los propios empeños, antes de liderar los colectivos.
Porque, efectivamente, el liderazgo es algo demasiado serio como para dejarlo sólo en manos de "profesionales".
Cordiales saludos.

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Comparto las cualidades "altamente efectivas" que propones pero creo que harían falta más. La proactividad y el autodesarrollo son parte esencial del liderazgo pero hay más cosas. O sea, que "compro" lo que dices como punto de partida pero no de llegada :-)
Cordiales saludos.

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