Las cualidades profesionales clave del siglo XXI
|
3:57'

Revisando mi jardín de ideas, me he encontrado con una de hace algún tiempo para escribir sobre los rasgos de los «profesionales 2.0». Sin embargo, al buscar qué había ya escrito en Internet, he comprobado que casi todo lo publicado sobre cualidades profesionales pone mucho énfasis en los aspectos tecnológicos y también en la presencia y actividad en redes sociales.
Como ya he comentado por aquí en más de una ocasión, lo importante —para mí— de la web 2.0 no es la propia web 2.0 —ni la tecnología en general— sino los comportamientos y consecuencias que se derivan de ella.
Lo realmente clave es entender qué significan para nosotros los innumerables cambios que se están produciendo a raíz de este desarrollo tecnológico. También lo es entender cómo podemos adaptarnos a ellos para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecen y minimizar las amenazas que suponen.
Si nos centramos en el aspecto concreto de la profesión, parece que expresiones como «ser algo» (médico, abogada…), «carrera profesional» o «tener un buen CV» cada vez son menos relevantes en el contexto actual.
En ese sentido, este post pretende ser un punto de partida para una conversación. ¿Qué cualidades profesionales definen a la persona bien equipada para hacer frente con éxito a los retos del siglo XXI?
Para gestionar tu zona de influencia
- Adaptabilidad: Sabemos por Darwin que la clave para la supervivencia no son la inteligencia ni la fuerza, sino la capacidad de adaptación. En el caso que nos ocupa, implica además haber desarrollado el hábito de mantener actualizada tu cartografía mental. Para poder adaptarte al mundo y a las circunstancias que te rodean, primero necesitas saber dónde estás. Sorprendentemente, muchas personas no cambian porque ni siquiera son conscientes de que su mundo ha cambiado y, por tanto, no ven la necesidad de cambiar.
- Tolerancia al riesgo y a la incertidumbre: Si algo sabemos, es que el futuro será distinto de lo que conocemos y de cómo lo imaginamos. La capacidad para asumir de forma habitual riesgos más o menos razonables, saber encajar los fracasos de forma positiva —entendiéndolos como aprendizaje— y cambiar la forma en que tomamos decisiones —moviendo el foco hacia tomar decisiones correctas en lugar de decisiones acertadas— son elementos esenciales para navegar con éxito en tiempos líquidos.
- Movilidad: Saber trabajar en cualquier lugar —presencialmente y de forma remota— amplía las posibilidades de integrarte en redes diversas y trabajar en múltiples proyectos. Esta es una de las principales características que definen a un knowmad, el concepto que mejor expresa cómo es una persona que posee todas estas cualidades de las que estamos hablando.
- Orientación a proyectos: El proyecto es al siglo XXI lo que el puesto de trabajo fue al siglo XX. La capacidad para trabajar orientado a resultados, acotados en el tiempo y compaginando varias actividades a la vez, será algo cada vez más habitual.
Para gestionar tus recursos
- Autonomía: Trabajes por cuenta ajena o por cuenta propia, ser una persona autónoma significa ser una persona con recursos propios. Contar con un entorno personal de aprendizaje (PLE), ser capaz de acceder a información en inglés y desarrollar un perfil en «T» (combinar la especialización en un tema muy concreto con una amplia variedad de saberes diversos más generalistas) son algunas de las claves para ello.
- Tecno-consciencia: Muchas personas siguen justificando su analfabetismo digital diciendo que la tecnología no les gusta, es difícil, no tienen tiempo o no es tan importante. Pueden pensar lo que quieran, pero hoy día, sin unas mínimas destrezas tecnológicas, estás fuera del mundo, también del profesional. En otras palabras, saber de tecnología no es una opción. Y más allá de saber de tecnología, hay que saber qué tecnologías existen, cuáles van surgiendo, para qué sirven, quiénes las conocen y cómo aprenderlas.
- En red: La red es la estructura que mejor se adapta a un mundo interconectado. También es la que más eficientemente ayuda a mantener y desarrollar muchas de las cualidades que estoy comentando aquí. Ser una persona independiente hace aún más necesaria la conexión a múltiples redes. La red es la forma óptima de mantener al día nuestro conocimiento, llegar al más clientes y disponer de recursos para abordar cualquier proyecto.
Para gestionar tu futuro
- Curiosidad: En la Era del Conocimiento es imprescindible aprender constantemente. El riesgo de no hacerlo —o de no aprender lo suficientemente rápido sobre lo realmente relevante— implica un alto riesgo de obsolescencia. Sumergidos en un océano de información, la curiosidad, combinada con un criterio suficientemente desarrollado —que permita separar la información valiosa de la que no lo es— son herramientas clave para mantenernos permanentemente actualizados.
- Marca personal: Más allá de tu título y de tu CV, lo que ahora importa es tu marca personal. Me refiero a la huella que dejas en otros, sean clientes, colaboradores, etc. La marca personal va mucho más allá del marketing en redes sociales e incluye todo lo que haces, cómo lo haces, con quién lo haces y para quién lo haces. Tener una marca personal sólida significa que eres una persona con credibilidad, fiable y excelente reputación.
- Efectividad personal: Y por supuesto, no podía faltar esta cualidad. En un mundo donde el número de cosas por hacer es tal que necesitaríamos varias vidas para hacerlas todas, es esencial contar con un método que te ayude a poner el foco en lo realmente importante y que te proporcione el control y la perspectiva necesarios para lograr los resultados que buscas.
¿Qué otras cualidades profesionales añadirías tú?
Comentarios