Óptima Infinito

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GTD: El Poder de la Productividad Personal

| tiempo de lectura 2:12'
With much power, comes much responsibility (Part 2), cortesía de Paul Armstrong
With much power, comes much responsibility (Part 2), cortesía de Paul Armstrong

El poder lo consigues cuando haces espacio en tu mente para pensar con claridad.

Esto es algo que tienen claro las personas que practican artes marciales. Tener la mente como el agua, metáfora del kárate para describir un estado de claridad y transparencia, es una imagen conocida para quienes practicamos GTD.

Si tiras una piedra a un estanque en reposo, el agua reaccionará a la medida de la piedra, de forma proporcional a su tamaño, velocidad, superficie de impacto… En otras palabras, el agua no sobre-reacciona ante la piedra.

De forma análoga, las personas que han interiorizado los principios, y desarrollado los hábitos que promueve GTD, son capaces de responder sin estrés ni tensión ante los imprevistos y las interrupciones.

Tener la mente vacía te permite llenarla en cada momento con lo que tú decides, no con lo que otros deciden por ti o con lo que intentan imponerte las circunstancias. La mente vacía te da el poder de dirigir tu atención de forma selectiva, con la intensidad y duración que tú consideras adecuadas.

Pero además, también te da el poder de distanciarte por completo de cualquier compromiso en cualquier momento, tan pronto como decidas poner tu atención y tu enfoque en otra parte, lo que te permite centrarte plenamente en esa nueva tarea.

Responder a un email de un cliente, o de tu jefe, dedicar tiempo a una buena idea que se te acaba de ocurrir, preocuparte por la situación de un familiar o un amigo… Todas ellas son situaciones para las que existe una respuesta óptima. Dar con ella depende de tu capacidad para prestarle atención plena en el momento oportuno, lo que a su vez depende de tu capacidad para operar desde una mente vacía.

Cuando no sabes procesarlas bien, es decir, cuando no sabes pensar en ellas con eficacia, decidiendo qué son, qué significan, qué acciones concretas puedes, debes y/o quieres hacer al respecto, acabas cayendo en el «pensamiento rumiativo», que no te conduce más que a la frustración.

Si a menudo te descubres teniendo un mismo pensamiento en repetidas ocasiones, sin que se produzcan avances significativos entre ellas, es muy probable que estés dedicando recursos innecesarios al tema. Guardar los pensamientos en tu mente, llevarte a casa problemas del trabajo, o al trabajo tus problemas personales, no es productivo ni divertido.

Pero además, pensar de esta forma «circular» no solo no es efectivo, sino que requiere mucha más energía de la que necesitarías para pensar en ellas con una «mente como el agua», agotando además tu capacidad creativa.

Superado el mito de la gestión del tiempo, si productividad es gestión de la atención, el poder que te da GTD es devolverte el control absoluto sobre ella, dándote las herramientas para que aprendas cómo vaciar tu mente y mantenerla permanentemente en ese estado «como el agua», y así, desde el control que te otorga una mente vacía, puedas gestionar tu atención a voluntad, de forma plena y eficaz, para conseguir los resultados que deseas.

Comentarios

Rodolfo avatar
Rodolfo


Muy bueno tu post. Yo utilizo desde hace un a~no gtd y todavía noto que me falta trabajas más duro, ya que no consigo aclarar mi mente... además noto muchas tareas sin resolver.
Gracias por tu post

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Muchas gracias, Rodolfo. Para vaciar la mente de forma permanente hay que llevar a cabo los cuatro pasos que indica David Allen en GTD. Si no los realizamos correctamente, el efecto es efímero y las "cosas" vuelven a nuestra mente antes o después. Los cuatro pasos son:
1) Hacer un inventario completo de TODOS los compromisos que tenemos
2) Decidir qué hacer (o no) con cada uno de ellos
3) Para los que decidamos hacer algo con ellos, poner recordatorios visibles solo cuando podemos hacer algo al respecto
4) Revisar el inventario regularmente

David Sánchez avatar
David Sánchez


Ay Jose Miguel, que me has activado la neurona, como haces habitualmente... ;-)

Hay una cosa sobre la que me has hecho pensar, y es que GTD al centrar la productividad en la atención "obliga" a determinar primero que es lo que debe centrar nuestra atención, y bajo mi punto de vista eso es una fase bastante complicada y que no todo el mundo está dispuesto a hacer e incluso tiene la capacidad de hacer por si mismo.

Y profundizo un poco más, ¿es GTD el mejor método de productividad?. En mi EXPERIENCIA, si. Puede que para otra persona no, porque GTD también tiene "letra pequeña": porque te hace tener o desarrollar unas competencias que puedes no tener, o puedes no querer tener, y sin las cuales el método no funciona.

En conclusión, GTD te otorga un gran poder productivo (sin duda), pero a lo largo de la historia hemos visto que el poder en manos de quién no está a la altura solo lleva al caos. La pregunta no es si GTD me servirá, sino ¿valgo yo para GTD?. Y si no valgo, ¿qué puedo hacer?. En mi opinión ese es el verdadero poder de GTD: la capacidad de hacernos mejores con el crecimiento de habilidades que antes no teníamos.

Con respecto al comentario: "las personas que han interiorizado los principios, y desarrollado los hábitos que promueve GTD, son capaces de responder sin estrés ni tensión ante los imprevistos y las interrupciones", a lo major habría que matizar el SIN por MEJOR. Al menos es lo que a mi me ocurre... aunque puede que aún no haya llegado a ese punto ;-)

¿Qué te parece?

Un post muy interesante para reflexionar.

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Jeje. Casi te has escrito un post :-P
Te respondo por partes. Yo creo que sí, que GTD es el mejor método de productividad personal desarrollado hasta la fecha. Por otra parte, es cierto que GTD puede no ser para todo el mundo. ¿Hasta qué punto necesitas un incremento tan brutal de tu productividad? Y, sobre todo, ¿hasta qué punto estás comprometido con realizar los cambios necesarios para conseguir esa productividad? Lo que sí tengo claro es que GTD no falla. Como dices tú, hay personas que le fallan a GTD (porque no lo siguen sino que lo "versionan") pero no ocurre a la inversa (si lo sigues, aumentas sí o sí tu productividad).
Por otra parte, mi experiencia personal es que se trata realmente de productividad SIN estrés. Sigues teniendo un montón de cosas por hacer pero también cuentas con la tranquilidad de saber cuáles son y qué implica no hacerlas cuando, en su lugar, decides hacer otras. Eso, créeme, no tiene precio.
De todos modos, llegar a ese punto lleva años de aprendizaje y práctica del método, así que por ahora a lo mejor te falta todavía alguna "caída de vagón" ;-)

Omar Israel Carreño Robles avatar
Omar Israel Carreño Robles


José Miguel,

Excelente post maestro, para mí que podría decir que todavía estoy en el camino del aprendizaje siempre vi a la productividad como gestión del tiempo, creo que con este post centraré más mi atención en lo que es la gestión de la misma y sé que en consecuencia deberá haber una mejor organización del tiempo.

Con toda mi admiración y respeto.

Saludos,

Omar Carreño

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Muchas gracias, Omar. Tiempo que consigues solo es tiempo de calidad cuando aprendes a gestionar tu atención. Me costó mucho darme cuenta pero marcó un antes y un después.
Un abrazo,
JM

Pilar Sanz avatar
Pilar Sanz


IMPRESIONANTE, me ha encantado de verdad, gracias José Miguel. ¿Dónde aprendo más sobre el GTD?
GRACIAS
Pilar

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Muchas gracias, Pilar. Yo iría a las fuentes originales. "Organízate con eficacia" o "Haz que funcione", de David Allen. En su defecto, "GTD para Dummies" de Jero Sánchez es una excelente alternativa. Por último, en "categorías" de este blog, en "GTD", tienes explicado "a trocitos" el contenido de los dos libros mencionados de David Allen.
Un abrazo,
JM

Daniel Grifol avatar
Daniel Grifol


Como leí hace poco, da la impresión de que los que menos necesitamos GTD somos los que aplicamos GTD.

Si no lo habéis probado es porque no sabéis lo que os perdéis compañeros

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Sí, eso lo dice el propio David Allen y, en parte, tiene razón. Dicho esto, creo que hay aún mucha gente que no ha llegado a GTD y que cuando lo haga le encantará.
Un saludo.

José Mª Cañas avatar
José Mª Cañas


Buenas Tardes.
Totalmente de acuerdo con lo que planteas, genial el artículo, da que pensar. Pero creo que la gestión del tiempo, no excluye la gestión de la atención. Requiere una planificación adecuada del tiempo y concentración en los asuntos a resolver, uno a uno. Conseguir que tus capacidades estén centradas en ese asunto… y si hace falta, cerrar con llave para evitar interferencias.
De todas formas, merece mucho la pena, seguir pensando sobre la gestión de la atención … e intentar llevarlo a las organizaciones.
Un saludo.

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Hola José María. Cada día estoy más convencido, si cabe, de que planificar en su sentido tradicional es una de las actividades más improductivas y frustrantes que existe. El tiempo es el que es y no sabemos qué va a pasar mañana. Planificar es intentar predecir qué va a suceder. Lo inteligente es contar con un sistema flexible y dinámico que te pueda ofrecer en todo momento opciones distintas entre las que elegir en función de la realidad en que te encuentras.
Un saludo.

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