Óptima Infinito

El Blog de José Miguel Bolívar

Optima infinito

Las Combinaciones Peligrosas

| tiempo de lectura 2:29'

Leyendo sobre liderazgo uno se pregunta dónde se encontrarán esos seres perfectos repletos de cualidades positivas y deseables. Por desgracia, o por suerte, que nunca se sabe, no he tenido oportunidad aún de conocer a ninguno de ellos y eso que sí he conocido a bastantes personas a las que considero no sólo líderes, sino buenos líderes.

Seguramente reunir toda esa colección de competencias sea algo fantástico pero tengo serias dudas sobre si es realmente necesario. Evidentemente un líder, para serlo, debe reunir al menos unas cuantas de ellas pero eso no significa que no pueda tener carencias y, a pesar de ellas, ser un buen líder.

En mi experiencia, de hecho, más que la existencia de alguna carencia, lo que evita que algunas personas con potencial para ser líderes lo acaben siendo son algunos defectos combinados que resultan incompatibles con el liderazgo.

Posiblemente haya más, pero hay una de estas combinaciones en particular que, en mi opinión, incapacita a la persona como líder. Me refiero a la combinación de ignorancia y arrogancia.

Un líder puede ser ignorante sobre muchos temas. La ignorancia en sí no es grave, siempre que uno sea consciente de ella y tome las medidas adecuadas para cubrir esta carencia, bien aprendiendo para combatirla, bien rodeándose de personas que suplan los conocimientos de que los que uno carece. Incluso si un líder no sabe que ignora determinados temas que no debería ignorar (es decir, es inconscientemente incompetente), creo que podría compensarlo con otras cualidades positivas.

Del mismo modo la arrogancia no imposibilita que alguien sea líder. Aunque el exceso de ego es lo que a la larga acaba con muchos líderes, mientras éste se mantiene en unos niveles razonables, el líder puede seguir siéndolo. La arrogancia es más difícil de combatir en mi opinión que la ignorancia pero, nuevamente, si el líder es consciente de este defecto, lo normal es que al menos intente controlarlo.

Lo que en mi opinión es una de las combinaciones más peligrosas, y de consecuencias más desastrosas para las organizaciones, es poner al frente de posiciones clave a personas que combinan ignorancia con arrogancia. Y no sé por qué, me da la impresión de que es algo que ocurre con bastante frecuencia, y no sólo en el mundo empresarial.

Por muchas cualidades positivas que tenga la persona, la combinación de ignorancia (no saber que no se sabe) y arrogancia (creer que se sabe lo que no se sabe) es una mezcla explosiva que a la larga suele acarrear consecuencias nefastas tanto para las organizaciones como para las personas que trabajan en ellas.

Una persona puede ser ignorante simplemente porque venga de un área de negocio distinta y necesite un tiempo para aprender sobre la nueva. Pero si no es arrogante, se dará cuenta en breve de su ignorancia y actuará en consecuencia.

Del mismo modo, una persona arrogante pero que conoce en profundidad su trabajo es poco probable que tome [muchas] decisiones estúpidas, ya que al menos sabe bien lo que se trae entre manos.

Pero cuando la persona que se pone al cargo de una organización no la conoce, y además está convencida de saberlo todo sobre ella, cualquier barbaridad es posible.

Lo que más me llama la atención es que ignorancia y arrogancia son dos defectos que, en principio, parecen fácilmente detectables a priori, a pesar de lo cual hay quienes siguen tomando decisiones incorrectas. ¿Será que quienes las toman son también ignorantes arrogantes?

No sé. ¿Tú que opinas?

Comentarios

Juan Martínez de Salinas Murillo avatar
Juan Martínez de Salinas Murillo


Buenos días José Miguel,

Excelente post.

Las personas perfectas no existen aunque muchas personas no quieren ser conscientes de esto. No es cuestión de parecer ser algo sino de serlo de verdad y demostrarlo. La combinación de ignorancia y arrogancia es demoledora en muchas organizaciones que tienen este tipo de personas en sus cargos superiores. Reconocer los errores de uno mismo y intentar cambiarlos es algo beneficioso que denota profesionalidad. Uno como bien indicas no puede saber de todo y quizas tiene que rodearse de personas que suplan esas areas de debilidad. Sin embargo, este tipo de personas tienden a rodearse de otras personas que no les puedan hacer sombra.

La arrogancia y prepotencia es mucho peor porque estas personas se creen que lo saben todo, que tienen siempre razon y te discuten las coosas aunque no tengan ni idea. Es más ya les puedes decir lo que sea que no ceden. Como esten en un cargo superior dirian como en las antiguas monarquias aboslutistas “que le corten la cabeza.” Sin embargo, en la actualidad, se coge mania a las personas con talento y este tipo de responsables les hacen la vida imposible o les obligan a abandonar el barco.

Para poder cambiar esto debemos asumir que todos podemos cambiar si queremos y ponemos empeño.

Un abrazo,

Juan

 avatar


Muchas gracias, Juan. Creo que para cambiar este tipo de comportamientos es necesario un cambio de paradigma por parte de muchos directivos. La humildad, saber reconocer los errores, o la propia ignorancia sobre determinados temas, no sólo no es signo de debilidad o incompetencia sino más bien al contrario. Al final, tras esa combinación de arrogancia e ignorancia creo que lo que se esconde, fundamentalmente, no es más que miedo e inseguridad.

María L. Moreno Cobián avatar
María L. Moreno Cobián


José Miguel, qué gran verdad. Y lo que es peor: cuán a menudo se da este caso!!!.

En la empresa privada encontramos excelentes técnicos promocionados a puestos de gestión pero carentes de dotes de liderazgo ni visión global o estratégica - tienen la arrogancia de creer que lo saben todo aunque continúan "pensando en pequeño"; en la empresa pública, donde la política y las relaciones son las que mandan (y no lo digo a la ligera, sino que vivo casos muy de cerca), ahí ya sí que no tienen nombre las decisiones que se toman para cubrir puestos de responsabilidad, y la combinación que mencionas... se da *casi* siempre.

Estoy totalmente de acuerdo contigo: yo jamás me he topado con ese "Súper Líder", pero sí me he topado con gente honesta con capacidad de reflexión, escucha y auto-crítica... y ya es lo único que pido :)

Buenísimo post, enhorabuena! Un abrazo,

María

 avatar


Muchas gracias :) Como dice el Dr. Mario Alonso Puig, "la perfección es el más bajo de los estándares, porque es inalcanzable". A lo mejor si no nos esforzáramos tanto por parecer perfectos, nos acercaríamos algo más a serlo... :-P

Ramon Balterra avatar
Ramon Balterra


Muy buen post, comparto tu punto de vista. Siempre he creído que no hay nada peor que un ignorante satisfecho por serlo: "yo es que soy de letras (o ciencias)", "yo es que de eso paso", "a mi no me hace falta saber..." pronunciese estas frases con arrogancia autosatisfecha y obtendremos la peligrosa combinación de que hablas...

 avatar


Muchas gracias, Ramón. Por algo la frase "sólo sé que no sé nada" no la pronunció precisamente ni un arrogante ni un ignorante, ¿verdad? :-D

Franck avatar
Franck


Te recomiendo la lectura de Good-to-Great de Jim Collins. Pululan los ejemplos de egoCEO que han hundido a grandes negocios, poniendo intereses personales antes del bien de la organización

Los grandes lideres suelen ser humildes y respectuosos. Aburridos en cierta medida.

Todos somos ignorantes y arrogantes en absoluto. Todos tenemos nuestras limites. Estoy de acuerdo que hay tasas a no sobrepasar, y que el éxito (mejor dicho la fama) actua como una alucinogeno. En las empresas deben haber mecanismos de control contra ataques de napoleonitis aguda.

Una buena cura es de tener un proyecto 100% unipersonal. Eres el único responsable, y aceptar errores y aprender a disculparse es una terapia muy sana.

 avatar


Gracias, Franck. Lo he leído, y también "Builtto last", del mismo autor, aunque creo que cualquier día les daré de nuevo una relectura :) En muchas empresas hay un sesgo hacia determinado tipo de líder: extrovertido, rápido, decidido, triunfador... Esto hace que otros perfiles complementarios y necesarios pero menos agresivos en su comportamiento queden sistemáticamente en segundo plano, lo cual, en mi opinión, resta diversidad y empobrece a la organización.
Equivocarse al menos una vez al día (evitando repetir errores), es una manera sanísima de aprender :-D

Cruzygalan avatar
Cruzygalan


Indicas que que es bastante habitual poner al frente de posiciones clave a personas que combinan ignorancia con arrogancia, siendo un gran peligro como indicas pero lo que yo creo es que en muchas ocasiones la ignorancia se convierte en arrogancia.

 avatar


Coincido contigo. Ambos defectos son en cierto modo auto-referentes. Me cuesta concebir a un arrogante que no tenga un componente alto de ignorancia o a un ignorante que antes o después de caiga en la arrogancia...

Jero Sánchez avatar
Jero Sánchez


A mi siempre me ha parecido que con los ascensos profesionales casi siempre viene una buena dosis de arrogancia. Pensamos que si nos ascienden es porque somos buenos, y empezamos a creernoslo...

Es por eso que si no somos capaces de controlar la arrogancia inicial --casi inevitable--, y además no dominamos todos los detalles del territorio del que ahora somos nuevos "reyes", podemos terminar intoxicándonos --e intoxicando a los demás-- de esa combinación peligrosa que mencionas. Y es por eso que creo que esta combinación es tan común en el mundo empresarial.

Pro cierto, me gustó mucho el símil con la novela de Choderlos de Laclos ;-)

 avatar


Lo que comentas, Jero, puede dar para un post [y a lo mejor da :-P]. Confundir humildad con debilidad es un error frecuente por parte de muchas personas.
Me alegra que te haya gustado el símil. Es una de mis películas favoritas :wink:

Alberto Blanco avatar
Alberto Blanco


Aunque ignorancia y arrogancia son dos conceptos independientes, no sé por qué en las organizaciones, públicas y privadas, van de la mano y son indisolubles. No conozco un ignorante que no sea arrogante. La competitividad malentendida en muchas organizaciones no permite que alguien reconozca que no sabe algo, sobre todo en posiciones de dirección.

 avatar


El principal problema que se deriva de esta cultura es que equivocarse está mal visto, por lo que acabamos teniendo organizaciones incapaces de aprender. ¿Quién va a experimentar, arriesgar y tomar decisiones si le va la cabeza en ello?

David Sánchez avatar
David Sánchez


Hola Jose Miguel.

aunque el post se centra sobre todo en el conocimiento (arrongancia e ignorancia) creo que se puede y debe extenderse al resto de conceptos de un buen líder. No es un buen líder pueda ser ser ignorante, pero aún siéndolo puede suplir esas carencias de muchas maneras. De hecho, para mi el conocimiento "temático" no es un factor para nada crítico y vital en una figura así. Otros aspectos como fortaleza, humanismo, capacidad de trabajo y ejemplo, son los que considero realmente fundamentales.

Una lectura para saborearla y reflexionar sobre ella. Un abrazo

 avatar


Así es. Al final, de lo que se trata es de reconocer que nadie es perfecto, que todos tenemos carencias y que reconocerlo te fortalece en lugar de debilitarte.
Un abrazo

Todo el contenido de Óptima Infinito, el Blog de José Miguel Bolívar, está bajo una Licencia Creative Commons 4.0 Internacional (Reconocimiento - Compartir bajo la misma Licencia).

2008-2023 José Miguel Bolívar - Algunos derechos reservados

Ir al contenido