El Consejo de los Viernes: No Confundas Actividad con Logro
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No hay que confundir estar ocupado con ser productivo ya que, como veíamos hace algún tiempo en otra entrada, trabajo y esfuerzo son cosas muy distintas.
Si te esfuerzas por conseguir algo pero tu esfuerzo no produce ningún cambio, te habrás esforzado mucho pero no habrás logrado nada, es decir, no habrás «trabajado».
Por eso es importante complementar el esfuerzo con una serie de estrategias básicas que te permitan asegurar que se convierta en logro:
- Aprender del pasado: Cuando abordes una tarea, piensa si ya las has realizado con anterioridad o si has llevado a cabo alguna otra parecida. Te puede ayudar a recordar lo que funcionó y también lo que no funcionó
- Hacer inventario de tus recursos personales: Seguro que si echas mano de tu memoria puedes encontrar situaciones en las que te has sentido orgulloso y satisfecho de lo que has logrado. Intenta identificar qué habilidades, conocimientos y experiencias fueron las que te ayudaron a conseguirlo. Esos recursos siguen siendo tuyos y tomar nuevamente conciencia de ellos te facilitará lograr tus nuevos objetivos con éxito
- Preguntar a los expertos: No puedes saber de todo. Evita reinventar la rueda. Averigua si hay alguien que domine el tipo de actividad o proyecto al que te enfrentas y pídele consejo
- Medir la relación entre esfuerzo y resultados: El volumen no importa. Por ejemplo, no se trata de enviar miles de CV cuando estás buscando empleo, sino de conseguir que te llamen de la mayor parte de ellos para hacer una entrevista. Mide lo que consigues con tu esfuerzo y ajusta tu modo de operar para mejorar tu productividad. Recuerda que ser productivo no es hacer más sino hacer mejor
Piensa antes de hacer, aprovecha tus recursos, mide la efectividad de tus acciones y ajusta tus formas de hacer a los objetivos que quieres lograr.
Esforzarse sin conseguir resultados no es trabajar sino perder el tiempo y las energías, así que no confundas actividad con logro.
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