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Desarrollo Profesional: El Reto de Dirigir a Distancia

| tiempo de lectura 3:27'

Si dirigir personas ya supone un reto considerable que precisa de excelentes dotes de liderazgo para ser abordado con éxito, la complejidad adicional de hacerlo a distancia lo convierte en un verdadero desafío.

Sin embargo dirigir personas o equipos a distancia no sólo es factible, sino que puede hacerse de forma muy efectiva teniendo en cuenta algunos principios básicos.

Como en cualquier otro tipo de relación humana, lo más importante es construir un vínculo sólido con las personas. La distancia es un obstáculo para lograrlo pero eso no significa que sea un impedimento.

Lo principal a tener en cuenta es que en la dirección a distancia generalmente te va a faltar la comunicación visual, lo que significa que buena parte de la comunicación no verbal desaparece. La forma de compensar esta carencia en la medida de lo posible es comunicar con frecuencia, expresarte de forma muy clara y concisa, escuchar con atención sin interrumpir y evitar todo tipo de situación ambigua que obligue a tu interlocutor a interpretar lo que dices.

En ocasiones es posible que ni siquiera conozcas físicamente a la otra persona, al menos durante algún tiempo. También puede ocurrir que la conozcas pero no estés familiarizado con la cultura del país donde reside. En cualquier caso es importante que abordes estas situaciones desde la confianza, evitando precipitarte al juzgar comentarios o actitudes. Lo más normal es que lo que ahora no entiendes tenga una explicación bastante sencilla una vez hayas conocido cara a cara a la persona y seas capaz de ponerlo todo en su debido contexto.

Por eso la prioridad número uno es construir la relación con las personas de tu equipo y formar con ellas un vínculo de confianza mutua. Intenta reunirte cara a cara con todos los miembros del equipo lo antes posible y pasa tiempo con ellos hablando no de trabajo sino conociéndolos como personas. Una vez creado, es necesario que cultives ese vínculo para que perdure y se fortalezca, tanto con las personas a título individual como con todo el equipo.

Una buena práctica es mantener una reunión semanal de un par de horas con cada una de la personas que diriges a distancia, aunque sea por teléfono. Dedica una parte considerable de ese tiempo a hablar de cosas no directamente relacionadas con el trabajo diario. Puedes hablar sobre intereses extra-laborales, aficiones, familia, proyectos de futuro, deporte, etc. Imagínate que te estás tomando un «café virtual» con esa persona del mismo modo que lo haces con tus otros compañeros de oficina.

El resto de la semana permanece localizable y esfuérzate por estar especialmente accesible para las personas en remoto de tu equipo.

Cuando no sepas cómo abordar una situación con alguien de tu equipo virtual, bien porque aún no le hayas conocido cara a cara o porque desconozcas la cultura de su país, una pregunta que a mí me ha resultado siempre muy útil es «Si tú estuvieras en mi lugar, ¿cómo lo harías?«. Evidentemente sigue siendo tú responsabilidad decidir qué hay que hacer pero seguro que tu colaborador te hace sugerencias muy valiosas sobre cómo hacerlo.

También es recomendable hacer reuniones periódicas y frecuentes con todo tu equipo, por ejemplo una al mes. Lo ideal es que sea presencial para que todos puedan interaccionar cara a cara y conocerse más a fondo pero si esto no es posible, hazla virtual. Lo fundamental es trabajar el espíritu de equipo, aunque sea en la distancia, y una práctica que ayuda mucho es facilitar e incentivar que todos los miembros del mismo intervengan, aunque sea brevemente. Fomenta el debate y la participación y asegúrate de que las reuniones sean dinámicas, entretenidas y productivas.

En este tipo de reuniones virtuales con varios asistentes es aún más importante respetar las normas básicas de comunicación: puntualidad con las horas de comienzo y finalización, tanto de la reunión como de las diversas intervenciones, que no haya interrupciones, eliminar ruidos de fondo que distraigan o entorpezcan la escucha…

La mayor parte de los equipos que he dirigido a lo largo de mi carrera profesional tenían varios miembros en remoto, dentro y fuera de España, y muchos de mis jefes de la última década han sido franceses, italianos, alemanes o británicos. Esto no ha impedido que mi relación con casi todos haya sido excelente y de hecho sigo en contacto con muchos de ellos.

Dirigir o ser dirigido a distancia es una realidad cada vez más habitual y estoy convencido de que lo será aún más en un futuro próximo. Por otra parte se trata de una experiencia muy enriquecedora, desde ambas perspectivas, y un desafío cuya superación aporta grandes satisfacciones.

Superarlo requiere esencialmente dos cosas: ser consciente de que la distancia hace aún más importante tratar a los colaboradores como personas y tener la voluntad de hacerlo.

Comentarios

Juan Martínez de Salinas avatar
Juan Martínez de Salinas


Hola JM,

Excelente post una vez más.

Dirigir o mantener contacto con personas de otros equipos con las que no te ves físicamente por la distancia o por llevar otros turnos requiere un esfuerzo doble. La comunicación tiene que ser clara y concisa sin que pueda dar lugar a interpretaciones varias para evitar problemas porque como bien indicas nos falta el contacto visual con ellos.

Se debe fomentar la participación de todos mediante diversas herramientas 2.0 que pueden facilitar mucho el contacto en tiempo real.

En este tipo de situaciones si no hay un trabajo en equipo real las cosas saldrán mal. Se debe fomentar mucho la comunicación para que salga como algo natural. Por ello es preciso que se tenga confianza con los otros compañeros del grupo. La confianza hay que trabajarla y ganársela día a dia.

Saludos,

Juan
.-= Lo último en el blog de Juan Martínez de Salinas ..CASO PRÁCTICO 4: SELECCIÓN DE PERSONAL =-.

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Muchas gracias, Juan. La clave, como casi siempre, está en la comunicación auténtica entre todos los miembros del equipo. He vivido la experiencia de trabajar en varios equipos de alto rendimiento que eran virtuales y una de las claves era el papel catalizador de la persona que los lideraba a la hora de facilitar la comunicación abierta entre todos los integrantes del equipo. Como bien dices, la confianza hay que trabajarla día a día.

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Lorena


Jose Miguel, estoy de acuerdo contigo.También me ha tocado liderar equipos en remoto y pienso que el crear los espacios de confianza aunque sean desestructurados es básico. Sobre todo creer firmemente en las personas y tratarlas como tales.
La distancia hace que todos los implicados seamos personas muy comprometidas, que nos respetemos y esto es tiempo y buena comunnicacion y mucho feedbak, este es básico para asegurar los niveles de seguimiento y avance en los proyectos.
Creo que el líder, debe ser ante todo una persona con mucha habilidad en la escucha , empatica.El decir las cosas en tiempo y forma
también es una habilidad a cultivar y máxime cuando la distancia puede parecer 1 barrera.
Coincido contigo en que cada vez mas ,
se va a tender hacia estos modelos.
Gracias y 1 abrazo

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Gracias, Lorena. Creo que lo que comentas sobre el tiempo es cierto. Hay que tener en cuenta que dedicar tiempo a tu equipo remoto es una máxima prioridad y no algo que simplemente está bien hacer. El rendimiento del equipo viene dado por el compromiso de sus integrantes, y sin confianza es difícil que haya compromiso.

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Vicent González i Castells


Jose Miguel, acertado como siempre.

Estoy al 100% con el post. Las relaciones a distancia se deben de compensar con comunicación y también estoy seguro de que será un modelo laboral cada vez más común.

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Muchas gracias, Santi. No tengo duda en que este modelo laboral va a seguir ganando terreno entre los trabajadores del conocimiento, ya que las ventajas del trabajo en remoto compensan con creces los inconvenientes. Otra cosa es si las personas que a día de hoy lideran equipos serán capaces de evolucionar y adquirir las competencias necesarias para dirigir a distancia. Creo que sí, pero no será fácil :-)

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aitormanah


Muy práctico. Sincero y útil. Gracias por haberlo compartido.

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Muchas gracias y bienvenido. Me alegra que te haya resultado útil la entrada.

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El Gachupas


En mi caso particular, me ha tocado trabajar remotamente con jefes y otros compañeros de trabajo. Es curioso, pero tengo la sensación de que, cuando hemos trabajado remotamente hemos sido más productivos. "Perdíamos" sólo el tiempo necesario comunicándonos de manera concisa, y el resto del tiempo lo dedicábamos a hacer avanzar los proyectos.

No sólo siento que es una forma de trabajo cada vez es más habitual, sino que probablemente sea más productiva. Sólo hay que tener cuidado de no perder lo que nos hacer seres sociales, pero eso sería tema para una charla de café, ¿verdad? ;-)
.-= Lo último en el blog de El Gachupas ..7 claves para reducir tu archivo de papel =-.

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Es indudablemente más productiva y además te permite ser dueño de tu tiempo, con lo que todos ganan. Por supuesto que no hay que perder el contacto humano. Como apuntaba en la entrada llevo muchos años trabajando en equipos remotos y una cosa que he observado es que disfrutas más el tiempo que compartes físicamente con tus compañeros y que la distancia no es un obstáculo si uno no quiere que lo sea.

Fernando Álvarez avatar
Fernando Álvarez


Muy buenas,
Este mes próximo de noviembre en la revista Emprendedores han publicado un artículo sobre esta temática: “Cada uno en su casa y el jefe en la de todos. Cómo gestionar de manera eficiente un equipo de teletrabajadores en una pyme.” (pag. 58). Por si es de interés…

Un fuerte abrazo,
Fer
.-= Lo último en el blog de Fernando Álvarez ..Si quieres, ¡puedes! =-.

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Gracias por el aviso, Fernando. Un fuerte abrazo.

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