El Consejo de los Viernes: Toda Conversación Debería Tener un Fin
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Del mismo modo que debes prepararte para una reunión, debes prepararte también para todas esas «reuniones informales» a las que habitualmente asistes en forma de llamada telefónica, comida de negocios o charla de pasillo tipo «¿tienes cinco minutos?».
Por eso te recomiendo que antes de descolgar el teléfono, aceptar una invitación para comer o detenerte a charlar en un pasillo, te pares un momento y te plantees y respondas a las siguientes preguntas:
- ¿Qué quiero conseguir con esta conversación?
- ¿Qué necesito de mi interlocutor o interlocutores?
- ¿Qué información quiero compartir con esta persona o personas?
- ¿Qué puedo hacer para aportar valor a esta persona o personas?
Lo siguiente es comenzar la conversación dejando claro lo que esperas de ella. Conviene que tengas a mano un cuaderno o algo donde poder tomar notas. Así, si la otra persona añade algo adicional al tema inicial, podrás anotarlo en tu cuaderno.
Antes de terminar, asegúrate de que has alcanzado los objetivos que te habías planteado y, sobre todo, no te levantes de la mesa ni cuelgues el auricular hasta haber aclarado cuál es el siguiente paso.
La única excepción a estos consejos es cuando el fin de la comida o de la conversación es construir o reforzar la relación con la otra persona, ya que en este caso no tiene sentido compartir tu objetivo de forma explícita. En cualquier caso comprueba que has compartido o aprendido todo lo que querías antes de dar por finalizada la reunión.
Piensa en la cantidad de tiempo que pierdes al teléfono y en todas esas reuniones informales en las que constantemente participas y te darás cuentas de que aplicar estos sencillos consejos puede realmente merecer la pena.
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