Desarrollo Organizacional: Artesanía en Red
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A estas alturas es probable que ya sepas que los pasados días 17, 18 y 19 de mayo se celebró en Segovia la 1ª Cumbre Mundial de Consultoría Pretendidamente Artesana (PCMCPM).
Dicen los expertos que, en un grupo, las mejores conclusiones se obtienen cuando, en lugar de buscar la convergencia desde un principio, se intenta generar la máxima divergencia y, desde allí, se avanza hasta alcanzar una convergencia.
Algo parecido ocurrió en la cumbre, donde @Amlletradepal, @Yoriento, @ignacionacho, @Odilas, @lalhi, @cumclavis, @suenosdelarazon, @juleniturbe y un servidor de forma presencial, @dreig y @vigoncas por Skype, y @arey a través de inteligentes preguntas en su blog, tuvimos la ocasión de debatir sobre la Consultoría Artesana en Red partiendo de conocimientos, experiencias y expectativas divergentes pero con deseo de converger en la consolidación de estas nuevas formas de hacer y de organizarse.
No es mi intención escribir aquí otra crónica sobre la Cumbre. Si te interesa conocer más sobre lo que allí pasó te recomiendo que no te pierdas las excelentes entradas ya publicadas al respecto en los blogs de Julen, María Jesús, Alfonso, Manel, Nacho, Miquel y Anna.
El objetivo de este post es hablar de estos dos nuevos conceptos que sustentan un modelo de generación de valor alternativo a la empresa tradicional: la Artesanía en Red.
Cuando hablamos de Artesanía nos estamos refiriendo a una forma de hacer distinta. Hablamos de un nuevo paradigma en el que no se trabaja para el cliente, sino con el cliente; donde las personas son las protagonistas, no instrumentos; donde la inteligencia se sobrepone a los procesos y las relaciones interpersonales se sobreponen a los mecanismos de control.
La Artesanía, paradójicamente, no implica mayor coste, sino menor. Los costes estructurales del Artesano son mínimos, al igual que sus costes de aprendizaje. El Artesano es productivo, porque hace un uso masivo y eficiente de la tecnología e invierte tiempo en innovar e investigar para poder resolver los problemas de una vez y para siempre. El Artesano es también adaptable y flexible y trabaja con las herramientas disponibles en cada momento.
La Artesanía no busca maximizar el beneficio sino la satisfacción del cliente y del propio Artesano. Es un juego de suma positiva donde Cliente y Artesano no sólo resuelven un problema sino que además, al hacerlo, crecen personal y profesionalmente a la vez que disfrutan trabajando.
Por eso el Artesano no trabaja para la organización, sino en la organización, lo cual supone establecer relaciones de confianza a largo plazo con el cliente que van más allá de la duración del proyecto.
Por otra parte, al decir «en Red» hablamos de una estructura organizativa extremadamente flexible y potente. Algo seguramente impensable de no existir las actuales tecnologías.
La Red es un universo virtual de posibilidades.
El Artesano no es un experto multidisciplinar ni lo pretende. Conoce sus puntos fuertes y también sus debilidades. Es consciente de que esas debilidades pueden devaluar su proposición de valor de cara al Cliente y por eso necesita trabajar en Red.
La Red la forman muchos otros Artesanos, todos ellos poseedores de determinadas competencias y experiencias en las cuales basan su generación de valor. Competencias y experiencias que se refuerzan y complementan mutuamente. Los propios Clientes son parte de la Red y aportan también sus conocimientos y aptitudes a la misma.
Cualquier Artesano puede «activar» los nodos necesarios de su Red para configurar el equipo que reúna las competencias y experiencia requeridas para abarcar cualquier proyecto. La Red permite disponer de cuanto es necesario para un proyecto sin incurrir en ningún tipo de coste fijo previo. Ahí reside su potencia.
Pero además estas Redes no son estáticas. El siguiente proyecto puede originar que nodos que participaron en la primera Red no estén y sin embargo se añadan nuevos nodos que no estaban al principio. Incluso durante un proyecto la Red puede ir cambiando dinámicamente su composición según las necesidades. La Red está viva y es adaptable. Ahí reside su flexibilidad.
En Segovia hablamos de Artesanía Consultora pero tanto la Artesanía como la Red no son privativas de la Consultoría. Creo que en los próximos años iremos viendo un imparable desarrollo de redes artesanas en ámbitos muy distintos, pero especialmente en aquellos en los que operan trabajadores del conocimiento.
Aunque hay pioneros que llevan tiempo experimentando con él, creo que aún estamos en los umbrales de un nuevo modelo de organización alternativo que ha venido para quedarse: la Artesanía en Red.
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