El Consejo de los Viernes: O eres Simpático o eres Productivo
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En todas las empresas hay gente que se aburre y se dedica a recorrer la oficina hablando con unos y con otros. Seguro que conoces o has conocido al típico compañero que se planta en tu mesa y se pone a hablarte del partido del domingo o el último capítulo de la serie de moda.
Te invito a que te tomes la molestia durante una semana de apuntar el tiempo que pierdes a lo largo del día por culpa de este tipo de interrupciones. Al final de la semana, suma el tiempo que has perdido en total, multiplícalo por 44 (4 semanas al mes por 11 meses al año) y tendrás el tiempo que pierdes anualmente a causa de estas personas.
Lo más probable es que estés hablando de varias semanas perdidas que podrías haber dedicado sin duda a algo más productivo.
Pero, ¿cómo solucionar este tipo de situaciones? Es sencillo, sobre todo ahora que ya tienes claro que no puedes agradar a todos.
La próxima vez que uno de estos colegas ociosos se deje caer por tu sitio de trabajo, no le dejes ni empezar. Dile abiertamente que estás ocupado y que no puedes entretenerte. Hazlo sin tensión, con naturalidad. Explícale que tienes un montón de cosas por hacer o que tienes que entregar algo de forma urgente. Ofrécele además la posibilidad de tomar un café juntos más tarde, cuando hagas un descanso, para que entienda que no es nada personal.
El problema con este tipo de personas es que no sólo son improductivas, sino que también te hacen improductivo a ti. Del mismo modo que no valoran su tiempo, no valoran el tuyo.
Si pones en práctica estos consejos seguramente dejes de ser el compañero más simpático de la oficina pero a cambio lograrás que respeten tu tiempo y te respeten a ti, lo cual tendrá un impacto directo y positivo en tu productividad.
Ya lo sabes, en ocasiones tendrás que decidir qué es más importante para ti: si ser simpático o ser productivo.
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