GTD: Las 3 Formas de Trabajar
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Cuando estás haciendo cosas, o lo que es lo mismo, cuando estás trabajando, puedes estar dedicando tu tiempo a una de estas tres actividades, que en realidad son formas distintas de trabajar:
1. Hacer un trabajo ya definido
2. Hacer el trabajo a medida que surge
3. Definir el trabajo
Hacer un trabajo ya definido
En la metodología GTD, hacer un trabajo ya definido consiste básicamente en seguir tus listas de próximas acciones, es decir, en ir completando tareas que previamente habías decidido que tenías que hacer. Puede ser cualquier tipo de próxima acción, como por ejemplo hacer una llamada telefónica, tomar notas para preparar una reunión o comprar algo que necesitas.
Hacer el trabajo a medida que surge
Seguro que a menudo te encuentras con cosas que surgen de repente, de manera inesperada, y que te plantean una situación en la que tienes que elegir entre hacerlas o no. Por ejemplo, un compañero se acerca a tu sitio en la oficina y te empieza a hablar sobre algo muy urgente e importante. En ese momento tienes la opción de dejar todo lo que estás haciendo y escucharle, o puedes decirle que estás ocupado y acordar otro momento para hablar.
Cada nuevo día te va a traer sorpresas , cosas no planeadas que aparecen de forma imprevista y a las que en muchos casos tendrás que dedicar al menos un poco de tu tiempo y energía.
Aunque a veces es inevitable, hacer el trabajo a medida que surge te resta perspectiva, así que es importante que no olvides que cuando dices que sí a esas cosas estás diciendo no a otras y que siempre tienes la opción de decir no diciendo sí.
Definir el trabajo
Esto implica procesar tu bandeja de entrada, el e-mail, tus notas sobre reuniones y proyectos y desglosarlo todo en próximas acciones. Mientras estés procesando todo esto, seguro que hay acciones que puedes llevar a cabo de inmediato aplicando la regla de los dos minutos. También podrás tirar muchas cosas y archivar para referencia otras muchas, lo cual es, en cierto modo, otra forma de hacer el trabajo a medida que surge. Sin embargo, una buena parte de la actividad consistirá en identificar las tareas que tienes que hacer en otro momento e ir añadiéndolas a tus listas.
Cuando has terminado de definir tu trabajo, sabes que tus listas de tareas pendientes están completas y podrías comenzar de nuevo con el punto 1. Además, como veíamos el otro día, tu situación, energía y tiempo disponibles seguramente aún te permitan hacer algo más entre tarea y tarea de tu lista, siempre priorizando en función de qué se ajusta mejor a tus metas y te va a dar un mayor retorno.
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