El Consejo de los Viernes: Corta sin Ser Cortante
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Si tiendes a comportarte como una apisonadora con tus compañeros lo único que conseguirás es ganarte su antipatía.
Esto es algo que no debes perder de vista porque puedes pensar que estás yendo al grano cuando lo que estás haciendo en realidad es cortar a los demás.
Un ejemplo típico es cuando estás moderando o dirigiendo una reunión. Un exceso de celo haciendo respetar los tiempos asignados en la agenda puede resultar contraproducente si cortas sistemáticamente a quienes intervienen.
Del mismo modo, cuando alguien «se sale por la tangente» le debes reconducir al tema de la reunión pero sin ser cortante. De lo contrario es poco probable que esa persona a la que has cortado tan tajantemente vuelva a intervenir en la reunión.
Lo anterior no significa que no debas intervenir para mantener las cosas en su sitio siempre que sea preciso, sino que emplees formas menos hirientes para reconducir estas situaciones.
Si alguien se está «enrollando» o «yéndose por las ramas» siempre puedes hacer un comentario en genérico, por ejemplo «os recuerdo que tenemos muchos temas por tratar y el tiempo es limitado. ¿Os parece bien que volvamos al objeto de la reunión y nos centremos en él?».
Acuérdate de dar las gracias a quien has interrumpido si accede a tu propuesta.
Lo más importante que debes recordar es que no es necesario herir para reconducir. Siempre se puede pedir educadamente a la gente que se ciña a los puntos de la agenda y normalmente su respuesta será buena.
Ten en cuenta que, al fin y al cabo, ellos seguramente tampoco quieran malgastar su tiempo.
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