El Consejo de los Viernes: Decide Cómo Vas a Decidir
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Cuando trabajas en un proyecto es sin duda importante contar con la opinión de los principales involucrados o interesados, normalmente conocidos como stakeholders.
Sin embargo una cosa es contar con su opinión y otra es quedarte sentado esperando a que todos ellos se pongan de acuerdo.
Ten en cuenta que intentar alcanzar el consenso absoluto suele ser síntoma de pobre liderazgo, ya que además de suponer una demora para el proceso de toma de decisiones, indica una incapacidad para asumir riesgos.
Es por tanto muy importante que decidas cómo vas a tomar la decisión final antes de consultarles y pedirles su opinión.
Cuando pidas opinión a alguien, déjale claro por adelantado cuándo y cómo se va a tomar la decisión. De este modo, si la persona se retrasa en hacerte llegar su opinión, no te verás obligado a retrasar la toma de decisiones por su culpa.
Siempre que puedas es preferible que la decisión final la tome una única persona y que todos los stakeholders sean conscientes de ello lo antes posible. No hay que olvidar que, tanto si eres tú como si es otra persona, quien toma la decisión final es el responsable último del éxito o del fracaso del proyecto.
Si eres parte de un equipo asignado a un proyecto de gran envergadura, es posible que haya distintas personas responsables de tomar distintas decisiones. Una vez más esto no significa que debas esperar a alcanzar la unanimidad para seguir adelante.
Pide opinión a las personas clave involucradas en el proyecto pero también a otras personas cuya experiencia o punto de vista valores y creas que te puede ayudar a tomar una mejor decisión. Luego piensa en lo que unos y otros de han aportado, toma tu decisión e impleméntala.
El consenso absoluto es a menudo imposible a no ser que estemos dispuestos a permitir que el proyecto se eternice. No pierdas el tiempo esperando a que todo el mundo esté de acuerdo y recuerda: antes de pedirle opinión a nadie, decide y comunica cómo vas a decidir.
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